La asunción de Sergio Massa al frente de los ministerios fusionados de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura llegó con una serie de afirmaciones que impactan de lleno en el intervenido comercio exterior argentino.

El ministro advirtió que denunciará tanto en la justicia de la Argentina como en la “unidad antilavado de los Estados Unidos” los casos de subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones.

Mientras en el caso de las ventas externas la operatoria apunta a la elusión fiscal y a una menor liquidación de divisas, en el caso de las compras remite a una inflación artificial de los valores declarados para poder girar más dólares del valor real de la mercadería importada.

Rulos de importación

El ministro de Economía, Sergio Massa, y el director de Aduanas, Guillermo Michel

A propósito, el director general de Aduanas, Guillermo Michel, advirtió sobre ambos puntos que, “al ser más amplia la brecha cambiaria, es mayor la ganancia para el que desarrolla este tipo de maniobras, tanto la sobrefacturación de importaciones para hacerse de dólares en el país al tipo de cambio oficial y luego cambiarlo en el exterior al dólar financiero, como la subfacturación de exportaciones donde se ahueca la base imponible en argentina para dejar los dólares en el exterior”.

Por el momento, la administración de la crisis actual potencial los controles y poder de policía sobre las operaciones para amedrentar o generar una “percepción de riesgo”. 

Esta acción es necesaria no sólo porque lo condenable de los hechos en sí, sino por el “polvo” que vierten sobre las operaciones lícitas sobre las que, eventualmente, puede imponerse la inversión de la carga de la prueba.

Barrido

Mientras en Economía no se evalúe flexibilizar cepos y cupos para operar -lo que también podría desalentar prácticas ilegales- las competencias de los organismos de fiscalización y recaudación como la Aduana deben extremar la “limpieza a fondo” de las operaciones. 

Parece mentira, pero la displicencia de algunos privados es tal que no sólo ignoran los acuerdos de intercambio de información que tiene la Aduana, sino también la más elemental navegación por los sitios de comercio electrónico de China.

Guillermo Michel

Esto genera una percepción de riesgo para la conducta futura. La AFIP, y en particular la Aduana, tienen que potenciar todo el intercambio de información fiscal internacional que tiene para trabajar sobre este tipo de maniobras: hoy AFIP recibe información de 106 países y envía a otros 77, con lo cual tenemos una red de información internacional muy amplia que nos permite poder acceder a información tanto fiscal, bancaria como aduanera de muchos países; todo eso lo tenemos que potenciar y estoy seguro que Castagnetto (Carlos, titular de la AFIP) lo va a hacer y vamos a poder trabajar coordinadamente en ese sentido”, indicó Michel. 

Triangulación

Michel ahondó en cómo proceden los que sobrefacturan al importar y que, en muchos casos, recurren a la triangulación. 

La triangulación en sí no es algo irregular, es común en el comercio exterior que la mercadería venga de un lugar y sea facturado desde otro país; lo que estamos analizando acá son operaciones de triangulación donde la mercadería viene de un país y la “sobrefactura”; es decir, a un precio superior a lo que vale la mercadería”, explicó.

Tras ejemplificar con el caso de las máquinas para minar criptomonedas –que derivó en una investigación sobre los tránsitos a zona franca– el funcionario explicó que “si no hay un valor agregado o un proceso productivo adicional, no hay justificativo, más allá del transporte, para que tenga un valor de sobrefacturación sustancial”.

Campo de investigación

La nueva gestión de la Aduana viene informando sobre las detecciones de maniobras destinadas a alterar la facturación real en el comercio exterior.

Andrea Muñoz, directora de Valoración; Michel, y Rosana Lodovico, subdirectora de Operaciones Aduaneras Metropolitanas

“Ya detectamos un primer universo de 13.640 operaciones que involucran a 722 empresas, por alrededor de 1250 millones de dólares FOB. Algunas de esas ya las detectamos y denunciamos a la Justicia Argentina”, agregó Michel.

Contó el caso de una “importación de plaquetas de video” destinadas al área aduanera especial de Tierra del Fuego “donde lo único que se importaban eran plaquetas simuladas de aluminio: la mercadería no tenía más valor que el peso mismo del aluminio”.

Tras la suspensión del CUIT de esa empresa, se denunció la operación en la justicia y se elevará a la unidad antilavado norteamericana los datos de la factura que “se pretendió hacer a través de un banco norteamericano”.

“Triangular no es irregular, lo que es irregular es triangular con una operación de sobre o subfacturación y eso es lo que estamos atacando”, volvió a advertir Michel.

Cautelares

Como informó Trade News días atrás, la Aduana intimará electrónicamente a aquellas empresas que, cautelares mediante, accedieron al dólar oficial e importaron pero sobre las que detectaron irregularidades. 

Deberán documentar con toda la información exigida. “Que den explicaciones”, indicó Michel. 

Los casos que dispararon alarmas incluyen cautelares que una empresa obtuvo y que luego “cedió a una tercera empresa la marca por un período muy corto, de un mes, para poder utilizar la cautelar y hacerse de la mercadería”, dijo Michel tras agregar: “Cuando se pide una cautelar se tiene que acreditar el peligro en la demora”.

A propósito detectaron empresas que, cautelar mediante, importaron hace un año y la mercadería “figura dentro del stock de la empresa” por lo que la Aduana recurrió a la Justicia por el “engaño” perpetrado que está previsto “penalmente como estafa procesal”.

Del litio a los barbijos

En el caso de las exportaciones, las prácticas ilegales apuntan a la erosión de la base fiscal para el cálculo de pagos de los tributos. La Aduana descubrió que desde una provincia del norte se exportó litio con un precio declarado por debajo del precio del mercado, es decir, una subfacturación.

Otro de los casos implicó un “rulo de importación” con barbijos. La operación rondó los US$ 4 millones.

Se trata de cuatro empresas vinculadas, que compartían domicilios, un proveedor de China y el despachante de aduanas. Amparados en el decreto 333/20 (emergencia sanitaria) no pagaron derechos de importación para hacer más rentable la operatoria.

Sobrefacturaron y así accedieron a una mayor cantidad de dólares “oficial” y luego, transferidos al exterior, fueron convertidos al valor del dólar financiero para aprovechar la brecha de cotización entre ambos.

La operación, a valores de mercado, ascendía a US$ 563.000. El valor declarado ascendió a US$ 4.120.00, un 730% más de sobrefacturación.

Cuidar los dólares

“En la reunión de trabajo del gabinete económico coincidimos con el ministro de Economía, Sergio Massa, y el titular de AFIP, Castagnetto, en avanzar para transparentar las operaciones de comercio exterior y cuidar los dólares para la producción y el trabajo argentino”, señaló Michel.

Por ejemplo Las empresas denunciadas en la justicia en lo penal económico declararon un contenedor con 880.000 barbijos tipo KN-95 por un total de US$ 858.684. El valor en plaza da 130 pesos por barbijos, un valor superior al precio de venta al público.

Estas mismas empresas, en otro contenedor verificado, traían 300 plaquetas de video para minar criptomonedas:  el valor de mercado de estas unidades es de US$ 990. Pero declararon un 800% más: US$ 7999 cada plaqueta.

“Seguramente sea una cuestión que tenemos que corregir con todo lo que tiene que ver con las matrices, y establecer un sistema de monitoreo más en tiempo real de todo ese tipo de operaciones”, dijo Michel, tras agregar: “Hay cosas que corregir, hay irregularidades y las tenemos que trabajar y mejorar”.