Los agentes marítimos y los agentes de carga están trabajando en una solución informática para cubrir dos frentes: por un lado, la necesidad de las autoridades de contar con información anticipada de las importaciones para hacer un control más inteligente y tornar más eficiente la operación; por el otro lado, sistematizar el conocimiento en una estadística necesaria para la toma de decisiones y compartir información con otros organismos de gobierno.

Según pudo saber Trade News, el sector privado tomó esta decisión luego de un anuncio realizado por el Gobierno respecto de la digitalización del manifiesto de importación, que habría derivado en un cuello de botella informático, sobre todo entre los agentes con menor infraestructura, obligados por la norma a desarrollar un web service para entrar en comunicación directa con la AFIP.

Fue así que desde el sector privado se le propuso una solución a la AFIP: centralizar en un único nodo informático todo anticipo de información para luego ponerlo a diposición del control y la fiscalización. Dicho nodo sería administrado por las cámaras representativas del sector privado: Centro de Navegación Argentina, para el caso de los agentes marítimos y los manifiestos directos, y la Asociación Argentina de Agentes de Carga Internacional (AAACI), para los forwarders y los manifiestos desconsolidados.

Trabajo en conjunto

La AFIP no sólo habría accedido al planteo elevado por los privados, sino que incluso habría puesto a disposición sus equipos informáticos para trabajar en conjunto en la solución informática que debería oficiar de embudo y canal estadístico único.

En la práctica habría dos centros de cómputos privados en diálogo permanente entre sí y con la AFIP/Aduana. Recabarán información de toda carga (consignatario y cliente final) con destino a la Argentina, desde que se embarca en origen (en qué puerto, en qué buque y con qué armador, si es un joint) hasta sus escalas (si esa carga transbordó o fue reubicada en el buque) y su llegada a la Argentina.

Si bien esta información era común en el mundo marítimo y los armadores están acostumbrados a brindarla de manera anticipada, la dificultad se manifiesta cuando el universo se amplía a todos los agentes que intervienen en la operación.

Así, toda la información de la carga bookeada, debidamente sistematizada y anticipada, transformará el buque en un gran conjunto de CUIT para la AFIP/Aduana, que la tendrá completa antes de que llegue el buque. De esa manera, enviará un Sicnea al CUIT asociado para que confirme y se valide carga con consignatario. Sobre todo, es una herramienta poderosa para los CUIT más nuevos y menos usuales en importación: una alerta natural para el control aduanero.

El cúmulo de información nodal sistematizado en los servidores de las instituciones privadas del comercio exterior podrá, luego, remitir información relevante a pedido de terceros organismos como Senasa o Migraciones, o incluso estar en comunicación en tiempo real con sistemas públicos como la VUCE o el PCS (port community system) del puerto donde opere.

Contexto

La iniciativa privada tomó impulso al acercarse las fechas de entrada establecidas en el cronograma de la resolución general 4278.

Sucede que la gran mayoría de los agentes tienen un sistema que no estaría en condiciones del desarrollo pretendido por la AFIP. Si realmente fuera así, ¿por qué el apuro en la comunicación oficial?

Algunos especulan con la necesidad de capitalizar políticamente anuncios y ser los primeros en anunciar la materialización de la “esencia Cambiemos”: sistematización de procesos, simplificación de trámites, modernización y reducción de costos logísticos, mayor control y eliminación de “cotos” de corrupción.

Esta carrera de la transparencia puso a competir a los funcionarios, y la incontinencia llevó a realizar anuncios incluso antes de validar si el sector privado estaba en condiciones de cumplirlos.

De repente, el sector privado se encontró respondiendo los mismos requerimientos de dependencias tan disímiles como la VUCE, Prefectura y la Aduana. Las dependencias están alineadas con “lo que hay que hacer”, pero no parecen coordinadas.

Afortunadamente, parece que la voluntad por imponer un nuevo protocolo al sector privado cedió para ver cómo opera el agente, y permitirle idear una solución a un problema común para ambos.

Una vez sistematizado y en marcha cada uno de los centros de cómputos, cada asociado deberá abonar por este servicio de centralización y anticipo de información a la AFIP a su institución. Y deberá validar que se trata de un esfuerzo institucional que le agrega valor a una cuota.