En su último informe mensual, la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol) señaló que “una vez más, los costos vuelven a ser noticia en nuestro sector”.
Es que durante octubre, los costos logísticos aumentaron 2,73%, según el índice elaborado por la institución que contempla las variaciones sufridas por el transporte, y del 1,53% si se descuenta esta última variable.
Mientras, destacan que “el volumen de operación sigue en caída, con disminución de las jornadas laborales en distintos sectores de la industria lo que, sumado a las altas tasas de interés, que impactan de manera negativa en la estructura de costos, contribuye a generar un clima de operación y negocios todavía más complejo”.
Por su parte, la medición que lleva adelante la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Carga (Fadeeac) acusó un aumento mensual del 2,97%, “con una marcada suba del rubro del costo financiero, cuyo impacto en el mes fue del 54,33%”.
Impactos en noviembre
“De esta manera, si se toma en cuenta que la variación de combustible de los últimos 12 meses trepó al 76,87% y que las petroleras generan aumentos sistemáticos que aún no llegan a su tope (este mes, 1,28%), se configura un escenario todavía más complejo, al cual resta sumarle los costos de mano de obra del 11% que impactarán en noviembre”, apuntó Cedol en un comunicado.
La cámara proyectó que en noviembre se sufrirá el impacto del incremento del gasoil del orden del 5% junto con un 11% de aumento del costo laboral tras las paritarias, por lo que estiman que este mes los costos logísticos casi rozarían el 6%, acumulando un 54% en los últimos 10 meses.
La cuestión financiera, por primera vez, comenzó a ser observada por los operadores. “La tasa efectiva mensual vencida a 30 días casi toca el 5%; la nominal anual vencida con capitalización cada 30 días supera el 60% y la tasa efectiva anual vencida se ubica en torno al 80%”, detallaron.
“No se puede permitir más que, desde diferentes sectores, desvíen la discusión hacia la logística como responsable de los aumentos en la canasta de productos, cuando la logística no es formadora de precios sino una víctima más de los aumentos indiscriminados que sufre la sociedad en general; y, en particular, de las medidas económicas y tributarias vigentes que -claramente- no evidencian mejoras en el rumbo”.