El transporte marítimo retomó participación en el comercio mundial tras superar las disrupciones logísticas provocadas por la pandemia. En ese contexto, la Prefectura Naval Argentina aumentó sus tareas de control y supervisión en el marco del Estado Rector del Puerto para garantizar que los buques cumplan las disposiciones de los respectivos convenios para la salvaguarda de la vida humana, la seguridad de la navegación y la prevención de la contaminación procedente de buques.En 2022, sobre un total de  2369 buques mercantes de terceras banderas diferentes que recalaron en puertos nacionales, Prefectura inspeccionó las condiciones de seguridad marítima, prevención de la contaminación y de vida y trabajo a bordo de la gente de mar de un total de 853 buques mercantes, representando un nivel de inspecciones del 36 % del total de los ingresados.

Los buques inspeccionados fueron elegidos a partir de un método de riesgo que usa Prefectura para identificar potenciales deficiencias e incrementar la efectividad de las inspecciones que se realizan a los buques extranjeros que recalen en puertos del país. El perfil de riesgo del buque determina la prioridad de inspección del mismo, el intervalo de tiempo entre las inspecciones y su alcance.

Deficiencias

Así, sobre los 853 buques inspeccionados, alrededor del 34% presentaron deficiencias (290 naves) y 18 resultaron detenidos por deficiencias graves para la seguridad, protección marítimas y la prevención de la contaminación.

“Se inspeccionaron 589 graneleros, 116 quimiqueros, 48 portacontenedores, 25 buques de pasajeros, 25 petroleros, 22 de carga general, 20 gaseros, 4 Ro-Ro, 3 frigoríficos y 1 draga”, indicaron desde Prefectura, tras agregar que “las deficiencias más recurrentes fueron operacionales, relacionadas con el MARPOL 73/78 (69), seguridad con la carga (4), seguridad contra incendios (37), líneas de carga (30) y dispositivos de amarre y fondeo (14)”.

“Prefectura implementó un programa de control de buques siguiendo las recomendaciones de la Organización Marítima Internacional (OMI), para verificar el cumplimiento, por parte de los buques de terceras banderas que visitan voluntariamente nuestros puertos y aguas jurisdiccionales, de los convenios internacionales relativos a la seguridad de la navegación, protección marítima, la prevención de la contaminación y las condiciones de vida y trabajo a bordo de la gente de mar”, señalaron.

Sanciones

Según esta normativa, frente al incumplimiento de las algunas de las normas internacionales, los oficiales de supervisión pueden exigir al propietario o armador y al Estado de abanderamiento del buque, que se rectifiquen las deficiencias y/o hasta librar una orden de detención del buque para este fin, si fuera necesario.

“El programa de control de buques de Prefectura es supervisado desde la Dirección de Policía de Seguridad de la Navegación y sostenido por un importante despliegue de Oficiales de Supervisión por el Estado Rector del Puerto (OSERP), es decir, hombres y mujeres que deben cumplir con rigurosos requisitos de formación, capacitación y experiencia profesional para ser autorizados a desempeñar la función. La Prefectura cuenta con OSERP desplegados en la mayoría de los puertos que reciben la visita de buques que efectúan viajes internacionales, brindando cobertura prácticamente a todo el litoral marítimo y fluvial, incluyendo la Vía Troncal de Navegación”, indicaron desde la fuerza.