Aunque Argentina cuenta con una historia exportadora amplia, cada día queda más en claro que es necesario lograr un salto cualitativo en las ventas al exterior. Y gran parte de la solución pasa por los municipios.
Para lograr ese salto cualitativo es fundamental reorientar el enfoque haciendo una buena lectura de nuestra oferta exportadora y del análisis escenario global, y mejorar la preparación de nuestras empresas.
Aunque es poco original, enumerar los beneficios que el comercio internacional aporta para el desarrollo del país sirve para recordar su relevancia: generación de empleo de calidad, aumento de la competitividad e ingreso de dólares genuinos son apenas algunas de las ventajas que se obtienen.
Obsesión exportadora
Las políticas para el sector no deben ser parches pasajeros para solucionar algún problema coyuntural y por eso debemos lograr que prepararnos como nación para que exportar más se transforme casi en una obsesión, no tenga vuelta atrás.
En ese análisis hay un punto clave: prestar atención (y fomentar) el rol principal que deben jugar los municipios.
¿Se da hoy la importancia que deberíamos a esa cuestión?
Vivimos tiempos en los que las ciudades tienen –y cada vez tendrán más- un rol protagónico frente a las naciones.

Más allá de su historial exportador, la Argentina necesita de modo imperioso dar un salto cualitativo en sus ventas al exterior. El papel de los municipios para alcanzar ese objetivo es clave.
El protagonismo de los municipios
Muchos países desarrollados comprendieron el papel central que tendrán los gobiernos locales en el futuro y su importancia en el desarrollo y venta de los productos al mundo.
Sin embargo, en la Argentina todavía no existe una decisión política para darle a los municipios, a través del trabajo conjunto con la Nación y los gobiernos provinciales, la importancia que se merecen en términos de promoción exportadora, capacitación, y generación de empleos.
Una empresa que comienza a exportar necesariamente debería incrementar sus turnos laborales y operaciones, lo que se traduciría en mejoras en las condiciones laborales, mayor contratación de empleo local, retención del talento, y aumento del arraigo.
Definir roles
En el actual contexto este debate aparece como un tema impostergable: es urgente discutir el rol que deberían tener los municipios para promover el despertar de la conciencia exportadora en el empresariado local y de ese modo impulsar las exportaciones con valor agregado.
Pero concretamente, ¿qué puede hacer un municipio?
Lo primero es definir lo referido a la autoridad de los gobiernos locales con respecto a los gobiernos provinciales y el nacional para participar en el comercio exterior.
Al mismo tiempo se deben analizar los límites impuestos a los gobiernos locales en virtud de su autonomía municipal y los mecanismos de interacción con los programas provinciales y nacionales.
Con agenda propia
En la actualidad, los gobiernos locales tienen muy poca autoridad para participar en actividades de comercio internacional. A pesar de ello, algunas ciudades participan en comercio exterior y crean sus propias agendas de política exterior.
Si se observa el desempeño y el potencial exportador argentino, surge casi naturalmente una conclusión: los gobiernos locales deben tener una mayor participación en la política exportadora -sin dejar de lado los provinciales y nacionales-. Ese parece ser el camino más directo para insertar en el corazón del empresariado una cultura exportadora federal.
A partir de ese diagnóstico surge la necesidad de crear organismos –ya sean direcciones nacionales o provinciales- de promoción de exportaciones municipales, un registro de exportaciones municipales y un centro nacional de capacitación exportadora, que hagan de la exportación una política de Estado.
Sin más vueltas ni dilaciones, es tiempo de despertar la conciencia exportadora de los municipios.
El autor es Socio de la Consultora R4B y Consultor de Global Governments