La cuenta regresiva está oficialmente en marcha: ayer quedó habilitada la instancia para que los países presenten sus candidatos para suceder a Roberto Azevêdo en la Dirección General de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

En las primeras 48 horas, dos países oficializaron postulaciones para reemplazar al diplomático brasileño que el 14 de mayo anunció, de modo sorpresivo, que dejará la organización a fines de agosto, un año antes de la fecha en la que debía concluir su mandato.

México ayer, y Nigeria hoy, lanzaron las candidaturas de Jesús Seade Kuri y Ngozi Okonjo-Iweala, respectivamente. Y según comentaron fuentes de la OMC, mañana se sumaría al grupo el egipcio-suizo Hamid Mamdouh.

Los analistas coinciden en que la OMC está hoy definiendo mucho más que el próximo Director General. Aunque pueda sonar exagerado, la institución está definiendo su supervivencia.

Como advirtió un diplomático que conoce a la perfección el funcionamiento del organismo tutor del multilateralismo: “Esta no será una elección más y no se hará –si es que ocurre y EE.UU. no bloquea también esto- en tiempos normales”.

Desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump no ahorró críticas hacia la Organización Mundial del Comercio, sinónimo del multilateralismo.

La nueva normalidad

En la “nueva normalidad” de la OMC conviven:

  • Los embates frontales del presidente norteamericano Donald Trump, quien amenazó en más de una oportunidad con retirar a su país de la OMC, la tildó de “obsoleta” y logró paralizar en diciembre al Órgano de Solución de Diferencias (OSD) al que muchos apodan la joya de la corona por considerarlo la piedra angular del sistema multilateral de comercio).
  • Los tironeos políticos y económicos que causó la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
  • El sacudón –más bien hundimiento- que el Covid-19 provocó en el comercio, y el creciente proteccionismo a raíz de la pandemia.

¿Capitán del Titanic o superhéroe?

En definitiva, ¿qué es lo que está en juego en la OMC?

¿Se está eligiendo al capitán del Titanic o quien ocupe la Dirección General tiene chances de revertir la actual situación de descomposición del organismo al que la retirada anticipada de su jefe parece haberle dado un empujón más hacia el precipicio?

¿Qué características debe tener el próximo DG para alcanzar ese objetivo?

Al ritmo de la danza de nombres de hipotéticos candidatos, expertos que siguen de cerca el tema van dando sus interpretaciones: que es el turno para una mujer esté al frente de la OMC; que llegó la hora de que África ocupe el sillón principal; que en rigor lo que hace falta es alguien con peso político propio o, por el contrario, una persona que surja del acuerdo/consenso de los pesos pesado (EE.UU., China, UE, India, Japón).

Candidatos confirmados y nombres en danza

Reglas no escritas

“No hay reglas escritas respecto de cuestiones de género, rotación geográfica, países desarrollados o en vías de desarrollo. Tampoco hay una votación abierta, pero si una encubierta”, explica un diplomático.

Se refiere al método para designar al DG, que se instauró luego de que en 1999 los países miembros no lograran un acuerdo. Se optó entonces por dividir el mandato en dos ejercicios de tres años cada uno para los dos candidatos con más adhesiones.

El procedimiento es un mecanismo de consenso que funciona por eliminación.

Paso a paso

  • Azevêdo terminará su mandato el 31 de agosto, 13 meses antes de lo que debería. De haberse cumplido con los plazos establecidos, el proceso de selección de su sucesor hubiera comenzado el próximo 1 de diciembre.
  • Ahora se planteó un mes para presentar candidaturas (del 8 de junio al 8 de julio) y dos meses para los debates y la selección con el objetivo de que el 31 de agosto ya se cuente con nuevo DG.
  • ¿Quiénes pueden ser candidatos? Cualquier persona que presente un gobierno. En el documento WT/L/509, que estipula los pasos para el nombramiento de los Directores Generales de la OMC figura, bajo el título de “Cualidades”, que “los candidatos deberán contar con amplia experiencia en relaciones internacionales, incluida experiencia en cuestiones económicas, comerciales y/o políticas”, así como capacidad de gestión y comunicación probadas.
  • Los candidatos se presentan ante el Consejo General a puertas cerradas y se someten a preguntas de los miembros; ofrecen conferencias de prensa individuales y tienen, según el reglamento, 3 meses para hacer campaña (esta vez serán algo menos de dos).
  • Luego es el turno de las entrevistas con “la Troika”, un comité integrado por los presidentes del Consejo General, del Órgano de Solución de Diferencias y del Órgano de Revisión de Políticas Comerciales.
  • Tras cada etapa de consultas, ese comité es el que elimina a los candidatos con menos adhesiones.

El menos rechazado

“La troika no sólo mide a los que tienen más apoyo sino a los que tienen menos resistencia. No hay cómputos, no es que se muestren números. Sus integrantes dicen: En una primera vuelta hay 8 candidatos y el que tiene menos apoyo es tal. Así es como se va depurando la lista hasta que queden 2”, graficó un diplomático.

Roberto Azevêdo junto con su antecesor en el cargo, Pascal Lamy, en la sede la OMC, en Ginebra, en 2013.

En la selección que se hizo en 2013 y que terminó con la elección de Azevêdo (sucedió al francés Pascal Lamy), participaron 9 postulantes y se hicieron tres etapas de eliminaciones sucesivas.

¿Qué pasa si el 31 de agosto no se ha logrado elegir a un nuevo DG? Entonces se decide cuál de los cuatro directores adjuntos (representantes de China, EE.UU., Nigeria y Alemania) asume de modo interino.

Argumentos de unos y otros

Ya que la última vez la definición fue entre Brasil y México, los europeos dicen que ahora es su turno. Pero entonces aparecen quienes recuerdan que Lamy, el antecesor de Azevêdo, es europeo.

Y del otro lado podrá escucharse a quienes argumentan que para seguir con una tradición no escrita de rotación, sería el turno de África (nunca ocupó el máximo cargo). Pero también alzarán su voz los que señalan que el continente no consigue ponerse de acuerdo en un candidato común y, aunque no lo repetirán en público porque es políticamente incorrecto, agregarán que la situación actual requiere de representantes con el peso político de alguna de las regiones/países más relevantes en la economía mundial.

Techo de cristal

El argumento de género fue de los más repetidos en estas semanas. Es que nunca una mujer ocupó la Dirección General del organismo al que acusan de tener “techo de cristal” (modo en el que se denomina a la limitación velada del ascenso laboral de las mujeres dentro de las organizaciones).

En 2018, la OMC tenía 628 empleados: 335 mujeres y 293 hombres. Pero apenas se revisa el organigrama se comprueba que a medida que se escala hacia los puestos directivos, la proporción es de 8 a 2 en favor de los hombres.

Además de la oficializada candidata nigeriana, Ngozi Okonjo-Iweala, entre los nombres que se mencionan para la DG aparecen el de Arancha González Laya (España), Cecilia Malmström (Suecia), Zigrit Kaag (Holanda) y Amina Mohamed (Kenia).

La favorita

González Laya, una de las favoritas por su formación y experiencia, asumió a fines del año pasado como ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación de España.

“Tiene la formación y el carácter necesario, don de mando, capacidad de análisis y gestión”, dijo un funcionario de la OMC.

El rumor sobre la supuesta candidatura de la española fue publicado por un semanario alemán hace un par de semanas. Desde entonces, cada vez que le preguntan por la posibilidad, la respuesta es la misma: “Hoy está totalmente centrada en su tarea como ministra”.

Sin embargo, medios españoles informan que González Laya ya comenzó a sondear apoyos no sólo en Bruselas, sino en Africa, continente con el que mantuvo una intensa relación durante sus años como Directora Ejecutiva del Centro de Comercio Internacional.

La postura de los europeos

El que admitió sin tapujos que está interesado en la postulación es Phil Hogan, Comisario de Comercio de la UE.

“Estoy explorando la opción de ser candidato a director general de la OMC, creo que hay una importante cantidad de trabajo por hacer para reformar la organización”, dijo Hogan hoy al término de una reunión de los ministros europeos del área.

Hogan supeditó su eventual candidatura al apoyo de los 27 países de la UE. Durante el encuentro la mayoría de los ministros habría expresado la necesidad de que Europa presente un único candidato.

Aportar o vaciar

Un diplomático que caminó durante varios años por los pasillos de la OMC señaló que, más allá de las especulaciones sobre los nombres, lo primero que habría que desentrañar es si EE.UU. está efectivamente interesado en rescatar la OMC o si es que aplicará la misma fórmula que con el Órgano de Apelación: vaciamiento.

Una vez sabido eso, está claro que lo que se necesita es una figura muy especial: que tenga buena relación/aprobación de EE.UU. y China.

“Un DG sin la confianza de EE.UU., China, la UE, India… no podrá hacer mucho y seguiremos en una espiral descendente. Es tiempo de elegir a alguien para que al menos durante un mandato ejecute cosas bien concretas referidas a la reforma del organismo”, explicó la fuente.

Versión Disney

¿El mundo ideal?, preguntó el diplomático y se respondió: “Que China, EEUU, la UE, Japón e India se juntaran, buscaran al mejor candidato y luego “vendieran” la idea al resto de los miembros”.

La situación actual hace que esa posibilidad, por ahora, siga perteneciendo al mundo de la fantasía.