En los últimos 17 años, la Argentina redujo sus exportaciones a Brasil a menos de la mitad, pero en el mismo período nuestro vecino cuadriplicó sus importaciones totales. Moraleja: la Argentina no sólo perdió presencia en el principal (y más cercano) mercado de la región, sino que empobreció su relación con el que se supone es su socio estratégico.

“La diferencia más importante es que Brasil nos manda casi 92% de los productos con valor agregado. ¿Cuántas toneladas de trigo o cebolla tenemos que venderle para equilibrar una tonelada de auto o de tecnología? Esto sirve para entender que hay algo que la Argentina está haciendo mal: en 2.000, de todo lo que Brasil le compraba al mundo, el 12,25% llegaba desde acá. En 2017 la cifra fue prácticamente la mitad y ahora bajó más. Pero la importación brasileña se multiplicó por cuatro, lo que significa que tenemos un mercado potencialmente mayor al que efectivamente le vedemos menos de la mitad”, dice Gustavo Segré.

De inmediato, el director de Center Group lanza otro dato interesante: Si la Argentina hubiera logrado mantener el 12.25% del total de las importaciones brasileñas que ostentaba en 2.000, el actual déficit en la balanza comercial bilateral no existiría. El año pasado del total de las compras extranjeras de nuestro vecino, sólo 6,26% llegaron desde nuestro país y las proyecciones indican que este año la cifra caerá a 5,93%.

Gustavo Segré se pregunta ¿cuántas toneladas de trigo o cebolla tiene que venderle la Argentina a Brasil para equilibrar una tonelada de auto o de tecnología?

En 2.017 la Argentina tuvo un déficit con Brasil de U$S 8.193 millones. Las previsiones indican que en 2.018 la cifra trepará a U$S 10.000 millones, aunque la feroz huelga de camioneros que mantuvo paralizado al país durante 9 días en mayo podría achicar algo los números (la protesta generó una reducción de 25% de las exportaciones de Brasil hacia la Argentina y de alrededor de 20% de nuestras ventas hacia allá, según comentó el director de Center Group).

Durante el seminario “Oportunidades comerciales con Brasil y cómo operar fácil y rápido con Exporta Fácil”, organizado por el banco Santander Río y la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el especialista fue contundente: “Perdimos mercado y no porque ellos compren menos, sino porque le compran más a otros que son más productivos o que están haciendo algo diferente”.

Con su verborragia habitual, el director de Center Group -uno de los expertos más reconocidos a la hora de hablar sobre Brasil- trazó en algo más de 40 minutos un completo panorama de la relación bilateral, la situación electoral y económica de nuestro vecino (país en el que vive desde hace más de 30 años) y los pasos que un empresario argentino debería dar si quiere hacer negocios de manera exitosa con el gigante sudamericano.

Valeria Caprioli, Responsable Comercio Exterior del Santander Río, fue la encargada de presentar a los expositores. Además de Segré hablaron Myriam Tevez, Subgerente de Capacitación y Asistencia técnica de la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y Eugenia Rodríguez Campos, Coordinadora general de la Dirección de Exportaciones del Ministerio de la Producción de la Nación.

Las funcionarias detallaron los programas y herramientas con los que cuentan los empresarios interesados en internacionalizarse, con la facilitación como eje común.

Nuestro objetivo es brindar a los exportadores –o potenciales exportadores- todos los servicios para que puedan llegar a los mercados externos de la forma más profesional y menos burocrática posible. La idea es evitar errores porque en comercio internacional los errores son muy caros, todo es muy caro. Todo es en dólares. Sepan que somos socios estratégicos para cualquier empresa. Queremos que nos utilicen como ventanilla para ingresar a cualquier ámbito de la Ciudad en el que requieran algo. Si apuntamos a que una pyme exporte y esa empresa tiene un problema con un registro particular (en alguna repartición) de la Ciudad y no lo puede emitir, eso me afecta. Entendiendo esto, hay un equipo grande de facilitación que lo que hace es intervenir con todos los organismo del país para agilizar esos trámites. Y este año estamos trabajando fuertemente en desburocratizar fuertemente la mayor cantidad de documentos en la Ciudad. Es una realidad compleja pero hay muchas cosas que ya estamos haciendo y lo van a ir viendo a medida que prospere”, dijo Tévez.

La obsesiva relación argentina con el dólar

Lo primero que abordó Segré fue la obsesiva relación argentina con el dólar.

“Acá los exportadores potenciales o reales miran el dólar todos los días para ver si sube la cotización, se puede exportar. Si baja, no. El gran problema que se da es que la dicotomía del tipo de cambio genera que cuando el dólar está muy alto y el producto o el servicio son baratos para ser exportados, promoverlos es caro, porque necesitamos más pesos para viajar, investigar, contratar gente en el exterior o hacer adaptaciones de legislación o de marcas. Es el huevo o la gallina: Si tengo dólar alto, voy a gastar más para poder exportar, pero cuando consigo exportar recupero ese dinero porque recibiré más pesos por cada dólar exportado. Aunque se da otro componente raro con la relación de los argentinos y el dólar”, advirtió.

En una suerte de interpelación al auditorio –del que en ese caso no recibió respuesta alguna- dijo: “Algunos de los productos que ustedes representan con un dólar a $20 se vendían a US$100, ¿cuántos bajaron el precio porque el dólar cotiza ahora a $28? (tras unos breves segundos de silencio se auto respondió) La mayoría dirá que no lo hizo, por lo tanto, no es el tipo de cambio lo que nos hace competitivos sino nuestra mentalidad no adaptada a un pensamiento de comercio exterior. En la gran mayoría de los países, cuando el dólar tiene alguna modificación y sube, los valores para exportar, bajan. Acá no siempre se da eso, y eso nos coloca en la disyuntiva de decir: ahora el dólar subió y sigo sin ser competitivo. Si antes eras poco competitivo en dólares seguís siéndolo, porque en dólares tampoco bajaste el precio del producto”.

Payasos, monos e hipopótamos entre los más votados

Segré contó que el 7 de octubre en Brasil se realizará la primera vuelta de las elecciones presidenciales, y el 28 de octubre, la segunda. Las listas de candidatos están abiertas hasta el 15 de agosto. “Por ahora todos van jugando, tirando nombres, los colocan en las encuestas para ver si arrancan., pero la mayoría no arranca. Ahora salió un presentador de la TV que como va bien en la encuestas probablemente sea candidato. ¿Qué es lo que sabe el señor de la presidencia de la República? Nada, pero pega bien en las encuestas”, contó sonriendo.

El diputado federal más votado en la historia de Brasil es el payaso Tiririca, cosechó más de un millón de sufragios y ganó con el slogan: “Peor que así no puede estar”.

El consultor dice que “politícamente hablando, Brasil es muy particular”. Y de inmediato sustenta su definición. Explica que el diputado federal más votado en la historia es un payaso que se llama Tiririca y que cosechó más de un millón de sufragios, que en Río de Janeiro un mono ganó las elecciones para alcalde con 400.000 votos y que en San Pablo –con rivalidad histórica no querían ser menos- y se presentó y triunfó el hipopótamo Cacareco. “Ninguno asumió porque no podían firmar, pero ganaron”, contó ante las carcajadas del público.

“Observamos en toda la región -tal vez con excepción de México- una tendencia hacia la derecha. Y no es solamente en América del Sur y Europa, sino que el caso de Trump también es muy concreto, donde de un populismo hacia la izquierda, o sea, asistencia social, no trabajes que te banco, seguime votando que te sigo dando planes, pasamos a uno de la derecha en donde me concentro en lo nacional, donde el exterior no es bueno, la inmigración es mala y tengo que combatir cualquier cosa que venga de afuera. Esos candidatos de derecha despiertan una sensación de frustración muy grande en la gente, que en el caso de Brasil representa Jair Bolsonaro, un Donald Trump sin plata. Dice lo que se le ocurre, no le importa nada, aparece como esa posibilidad de derecha, próxima al Ejército, viene de ahí, y nació como una contrapartida a Lula.”

En la descripción del resto de los posibles candidatos, Segré citó a Geraldo Alckmin “muy buen gobernador de San Pablo, excelente gestor del recurso público pero un hombre que no reúne adhesiones”. Luego, en la punta, “un poquito a la izquierda, no considerando la participación de Lula, Ciro Gomes, ex ministro de Lula. Fue un buen funcionario. Siente la posibilidad al no estar Lula de captar esos votos con lo cual su tendencia ha sido un poco más a la izquierda y eso asusta al mercado”. Por último, mencionó a Henrique Meirelles, ex presidente del Banco Central de Lula y ministro de Economía de Temer, “muy bueno en los dos cargos, salvó la economía brasilera pero no consigue captar la simpatía electoral”. De acuerdo con la visión de Segré, Marina Silva sigue siendo una candidata eterna, “pero nunca llega”. La define como “una candidatura expresiva” que podría rondar el 20% de los votos.

La gran duda, plantea, es quiénes llegarán al segundo turno.

Y entonces planteó “Lula, ¿pre/candidato o pre/so?”. Cuando Segré dio la charla aún no se habían producido las idas y vueltas judiciales que se dieron durante este fin de semana con la decisión de un juez de ordenar la inmediata liberación del ex presidente Lula Da Silva detenido por orden del juez Sergio Moro, quien lo condenó por corrupción y lavado de dinero. Luego, Segré dio a conocer su opinión mediante un artículo.

El trípode de la economía brasileña

Para entender la situación económica brasileña es necesario ir un poquito hacia atrás, aconseja Segré. Desde 1999, época en la que Fernando Henrique Cardoso era presidente del país, la economía se apoyó en tres pilares: superávit fiscal (Brasil lo tuvo hasta 2014), cambio libre (después de las últimas devaluaciones en enero de 1999) y la meta de inflación (funcionó hasta 2014). “Eso funcionó tan bien, que Lula lo mantuvo, y hay que admitirlo: las políticas de Estado en Brasil funcionan mucho mejor que en la Argentina. No importa quién lo hizo, si algo es bueno y sirve para el país, se mantiene”, explicó antes de contar que a Lula le decían el Presidente violinista: había conquistado el poder con la izquierda pero lo ejecutaba con la derecha.

Hoy Brasil continúa con el cambio libre, recuperó las metas de inflación -algo que había perdido en 2014- y continúa con déficit fiscal, algo que también perdió en 2014 (y debería recuperar en 2021), comentó.

Según el director de Center Group, hay una serie de proyectos para “sacar a Brasil del pozo”.

“Todos entendieron que era importante mostrarle al mundo que había un compromiso para congelar el gasto público. Alteraron la Constitución para que el control del gasto público sea constitucional. El manejo del gasto se hace en función de la inflación del año pasado, y si no cumplís te pasa lo que a Dilma Rousseff por la ley de responsabilidad fiscal (terminó destituida por enjuiciamiento político). Lo segundo que hicieron fue la flexibilidad laboral, y ahí nos pusieron una presión gigantesca: no debe ser fácil para los funcionarios argentinos que quieren atraer inversores explicar que acá seguimos teniendo una ley laboral antigua y que genera una industria del juicio que Brasil no tiene más”, detalló.

Algunos números

Después de tres años muy duros –los peores en 80 años, 2.014 al 2.016- la economía brasileña creció 1% y la previsión para este año es que crecerá 2,4%, aunque esa estimación fue anterior a la huelga de camiones que como fue “terrorífica para la economía brasileña y la argentina también” seguramente impacte de modo negativo, alertó.

La inflación en Brasil fue de 2,95% en 2.017 y se calcula que será 3,5% para este año. La tasa de interés fue del 7% en 2.017 y rondará 6,5% en 2.018. “Es imposible traer inversiones productivas con tasas de 40%”, ese no es un punto menor, destacó Segré.

Los números de la balanza comercial indican que Brasil tuvo un superávit de US$67.000 millones el año pasado y que el de este año rondará los US$ 55.000 millones.

Respecto de la Inversión Extranjera Directa (IED), en 2.017 fue de US$75.000 millones y la previsión es de US$60.000 millones para 2018. “En un año ingresa el doble de inversiones que las reservas de la Argentina. Eso explica por qué no hay tanta presión sobre el dólar a diferencia de lo que pasa acá”, comentó antes de mencionar que la cantidad de reservas de Brasil es de US$382.000 millones y su deuda externa es de US$317 millones. Como contraste, Segré mencionó que en la Argentina, “sin contar el dinero del FMI, tenemos US$50.000 millones de reservas y US$232.000 millones de deuda. Hay una desinteligencia importante”.

“El año pasado Brasil tuvo de ingreso de inversiones productivas por US$70.332 millones. Acá, según datos del Indec, US$268 millones”, agregó.

¿Qué hacemos para poder exportar más?

“La primera pregunta es por qué deseamos exportar. La primera respuesta es simple: ¿es por una cuestión de criterio y proyección? ¿O por una oportunidad? Aumentó el dólar, voy a exportar. Puede haber gente que venga de Brasil y nos pida cotización. En ese caso, tengan en claro, no estamos exportando nada, nos están comprando y eso no se mantiene en el tiempo. Si mañana hay una devaluación en México le comprarán a México, no a nosotros”, explicó.

Segré fue enfático: “Si nuestro proyecto es de oportunidad, vendo, toco y me voy –y eso no tiene nada de malo-, no se trata de algo de largo plazo. Cuando hablamos de largo plazo hay convicción y para eso hay que trabajar y hacer un montón de cosas. Un proyecto de exportación es muy aburrido en el sentido de que no se dan resultados a corto plazo. Hay que tener un proyecto escrito, hacer la matriz FODA (Fortaleza, Oportunidad, Debilidad, Amenaza). Preparar a la empresa. No es lo mismo una empresa para el mercado doméstico que para el mercado exterior. Hay cuestiones culturales y adaptaciones del producto al uso de quien lo comprará. Tiene que haber un padre de la criatura del producto, que empuje y controle la marcha del proyecto. Alguien con conocimiento de la legislación local”, concluyó.