La incredulidad y el fastidio marcaron la primera jornada de operaciones de comercio exterior tras el anuncio del Banco Central que obliga a postergar por 90 días el pago de los servicios de fletes y transporte a empresas vinculadas -en la práctica, abarca prácticamente a la totalidad de las agencias marítimas dado que tienen a las líneas internacionales como socios-

“Esto nos liquida. Si no puedo pagar localmente el flete no puedo coordinar cargas”, lamentó un operador pyme de logística internacional cuando confirmó personalmente que una naviera con la que opera de manera regular le indicó que, a la luz de la comunicación del Banco Central, no cobrarían localmente los fletes.

Tal como anticipó una fuente naviera a Trade News, ante la imposibilidad de girar divisas para cancelar el pago del flete de manera inmediata, a los exportadores e importadores no les quedaría más opción que abonar el transporte en origen y destino, de común acuerdo con su contraparte comercial. Esta opción deja en el camino a un sinnúmero de operadores de carga internacional pequeños y medianos, que brindan el servicio de compra de bodega justamente a otras pymes exportadoras e importadoras y que, como hasta ahora, pagaban en pesos y localmente ese servicio.

Cambio de incoterms

Un ejecutivo de un forwarder global, que en rigor entraría dentro de los considerando de la medida, explicó que la alternativa para los cargadores es “una locura”, es decir, deberían cambiar los incoterms (estándares internacionales de comercio) y optar por el CFR (costo y flete a cargo del vendedor) “y traten de lograr que en origen se licúe el precio del flete dentro de la factura del producto”.

Los importadores, con la insana costumbre que tienen de soportar el peso de los distintos cepos (en tanto signados como protagonistas de los dólares que salen del país por los mismos que, por ignorancia o negligencia, no entienden que el grueso de lo que se importa es para la industria nacional) repiten la letanía de lo previsible: la medida aumenta costos y esto se traslada a precios.

Fernando Furci

Fernando Furci, gerente general de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), explicó que todavía “es muy difícil medir el impacto de esta normativa”, aunque reconoció que a priori eleva la “preocupación de un alza en el costo de los fletes así como de distorsiones en el mismo”.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), Fernando Landa, manifestó que “la comunicación “A” 7446 del Banco Central es una nueva medida focalizada en el corto plazo que, sin dudas va en perjuicio de la competitividad y el desarrollo a través del sector externo”.

Fernando Landa

No es gratis

“Es impensable que esta medida para desfasar pagos sea gratuita”, destacó, tras agregar que “no lo es en términos de estabilidad de reglas y credibilidad, necesaria para toda inversión empresaria, ni en términos económicos”.

Landa explicó que esta decisión “no hará más que aumentar los costos en las erogaciones por fletes sin ningún beneficio real”, tras dudar de la motivación del dólar a 300 pesos para la soja y, sobre todo, para las economías regionales: “Es difícil de interpretar que se busque adelantar el flujo de fondos de las economías regionales dificultando la operatoria logística en la misma semana”.

Operaciones en marcha

Pero Furci advirtió sobre todo sobre el impacto en el normal flujo operativo por probables demoras en los tránsitos “ya que hay operaciones comprometidas” que se ven afectadas por la medida.

Sucede que mientras los agentes, forwarders y cargadores se desayunaban con esta comunicación, hay mercadería de importación en contenedores estibados en las plazoletas de las terminales. ¿Cómo otorgan el libre deuda las marítimas, necesario para retirar las cargas, si la caja no cierra? Un empresario marítimo lo resume así: “El flujo financiero y contable es el disparador del flujo operativo: si no tenés liberados los gastos de la línea marítima, no tenés turno para retirar (los contenedores). Lo que no entienden las autoridades es que este flujo no se puede parar”.


Imagen de portada: Ernesto Velázquez de Pixabay