Dossier: Nota 1

El futuro del Puerto Buenos Aires no sólo está ligado sino que depende del futuro del sistema de navegación troncal, que determinará el tipo de buque que llegará o dejará de llegar a las terminales del único puerto nacional del país.

Por esta razón congruente, el debate del puerto quedó perimido en la maroma de marchas y contramarchas que determinaron la resolución del fin del contrato de Hidrovía SA, una transición hacia la gestión estatal y una nueva espera a una licitación larga para la vía navegable.

Reconfigurada en su misión y estatuto, la Administración General de Puertos (AGP) es ahora concesionaria de la hidrovía, pero no resigna su estado rector de las terminales portuarias y, en definitiva, de su proyección u ocaso en el corto plazo, cuando operen los vencimientos prorrogados de las principales terminales (Terminal 4 y Terminales Río de la Plata).

En tal sentido, la AGP encomendó una “asistencia técnica” a la Comisión Económica para América Latina (Cepal), que entregó el documento “Análisis de los aspectos relevantes para la toma de decisiones estratégicas sobre el futuro del Puerto Buenos Aires”, al que Trade News tuvo acceso en forma exclusiva y cuyo contenido irá analizando en sucesivas entregas.

Diagnóstico

El trabajo fue coordinado por el economista referente en asuntos portuarios y marítimos de América Latina, Ricardo Sánchez, y contó con la asistencia local del capitán Sergio Borrelli, práctico, consultor y ex interventor de la AGP.

El diagnóstico atraviesa las restricciones que determinan la toma de decisiones (macroeconómicas, institucionales, de mercado, de navegación, de la demanda y de la oferta), y recorre el estado de la competencia y de factores externos que presionan al puerto.

Luego, desglosa el “rumbo estratégico” que debe tomar el puerto, por qué es importante fortalecerlo, y una caracteriza además cuestiones tecnológicas y de productividad, aspectos que hacen a la conectividad interior y exterior, y analiza en detalle una situación que hoy mantiene en vilo al mundo por cuestiones coyunturales, pero que se manifiesta ya de manera estructural: la concentración y la necesidad de tutelar la competencia.

Por último, ofrece una serie de recomendaciones para la toma de decisiones inmediatas, aspectos operativos por considerar para una transición ordenada, y sugerencias en materia de relicitación y concesión, con especial cuidado en la prevención de los riesgos de integración vertical y horizontal, con un estudio pormenorizado de experiencias comparadas.

Objetivos

“Los objetivos del informe eran identificar y describir las condiciones de contexto de las terminales de Puerto Nuevo del Puerto Buenos Aires (PBA), bajo la jurisdicción de la Administración General de Puertos (AGP), así como también el escenario de competencia a nivel intra-portuario, inter-portuario nacional e inter-portuario regional, y sus relaciones en el marco del avance de los grupos integradores del comercio mundial, y del conjunto de restricciones existentes, a fin de proveer un marco para la toma de decisiones estratégicas respecto del futuro del puerto y los estudios que la AGP está realizando para conformar las nuevas concesiones de terminales especializadas en contenedores”, explicaron los autores.

En mayo de 2020, el Gobierno decidió extender los contratos de TRP y Terminal 4 por dos años para resolver la tramitación de un nuevo proceso. Lo hizo en un contexto marcado por la pandemia y tras descartar por inviable un plan dejado por la adminsitración anterior, y sin tiempo para una nueva planificación.

“Los planes de inversión de las compañías internacionales de terminales especializadas en contenedores se han puesto en espera de novedades respecto al escenario pospandemia”, señala el estudio, tras agregar que, al mismo tiempo, “los puertos de la costa este, como parte de los itinerarios de servicios de línea de ultramar, ya habían acelerado sus planes de expansión (caso acceso Montevideo y planes portuarios en Brasil). Al mismo tiempo, se observa que la reconfiguración de los servicios de línea se está acelerando, yendo a una reducción de los port calls (recaladas) en cada itinerario”, explica el informe.

Los autores no pudieron más que subrayar hechos conocidos pero no por ello resueltos con políticas públicas: el “gigantismo” de los buques en servicio, las economías de escala adoptadas por las marítimas y un canal troncal desactualizado son los vectores de presión más inmediatos que sufre el Puerto Buenos Aires. Y son determinantes a la hora de la toma de decisiones estratégicas sobre su futuro.

El trabajo, además, sostiene los drivers fundamentales y concluyentes respecto de la necesidad federal de mantener vivo, y reconvertir, al Puerto Buenos Aires, en tanto puerto nacional (“que sirve a toda la Nación”, en opinión de los autores).