La falta de servicios de transporte en el cabotaje fluvial y marítimo no es preocupación únicamente de los cargadores que tienen clientes o proveedores en el exterior y necesitan una opción más económica de transporte.
Idealmente, en un país con las distancias que tiene la Argentina, el comercio interno también podría (y debería) apoyar su logística sobre los medios más baratos posibles.
La posibilidad de alimentar un corredor fluviomarítimo fue uno de los temas que más interés y actividad despertó durante la Ronda de Negocios Intermodales, organizada días atrás por la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS) y la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Empresarios y representantes de diferentes puertos, operadores de contenedores, logísticos que necesitan contratar bodega fluviomarítima, armadores y técnicos asociados a AIMAS analizar el posible desarrollo de rutas de cabotaje por río y por mar.
Ausencia de tráfico
“El disparador del debate se centró en la ausencia de tráfico de cargas generales de cabotaje sobre el litoral fluviomarítimo argentino, mientras que el resto de las cargas que pasa por los puertos son casi exclusivas del comercio internacional”, indicaron desde AIMAS.
Es un nuevo debate que excede al clásico y casi solitario planteo de la “marina mercante argentina”. Es decir, existe hoy una mesa de debate permanente del resto de la cadena que pone en agenda la necesidad de barcos en el agua.
“Entre las problemáticas que encarecen o inhiben el desarrollo de cabotaje, están las operaciones ligadas a los procedimientos aduaneros que no diferencian cargas de cabotaje de las internacionales”, advirtieron.
Por esa problemática, la Mesa armará una propuesta para afectar los costos aduaneros sólo a las cargas internacionales, teniendo en cuenta que existe la tecnología suficiente para individualizar las cargas, y realizar una trazabilidad inteligente para evitar que se sorteen las prohibiciones de la normativa.
Barreras competitivas
Los armadores plantearon barreras competitivas que no se logran superar, como el mayor costo del combustible que pesa sobre la bandera argentina respecto de terceras banderas, junto con el diferencial impositivo.
Otro tema se centró en la hidrovía y su estructura de costos, y cómo estos inciden en el desarrollo de la región. Una opción para mejorar
El siguiente tema de debate se centró en la hidrovía, su estructura técnica, de costos y cómo estos afectan el desarrollo de la totalidad de la región. Se apuntó a que en el próximo contrato se favorezca la inclusión del dragado de acceso a los puertos, y garantizar la utilidad total de la hidrovía hasta la frontera norte.
“Se hizo hincapié en temas relacionados al uso de contenedores, como la necesidad de atender los tratados internacionales con la OMI respecto de contenedores especiales, para que más cargas puedan viajar de esta manera”, ampliaron desde AIMAS.
Vaca Muerta, cuestión logística
Por otra parte se resaltó la importancia de contar con un parque nacional de contenedores y de “ampliar los tiempos de permanencia de los contenedores en el país, para así poder establecer cadenas logísticas limpias que reduzcan costos”.
Vaca Muerta también fue parte de los debates: los importantes volúmenes de arena que se consumen en la explotación hidrocarburífera son más que atractivos para considerar en una matriz multimodal que se inicie en el río y que llegue en conexión tren-camión a la boca del pozo, “pero para esto se requiere iniciativa y creatividad en el diseño de políticas y procesos logísticos que permitan bajar los costos actuales”.
Muchas de las empresas dedicadas al tema de la arena, como Arenas Argentinas del Paraná, o la empresa PTP Group, siempre sostuvieron que el éxito de Vaca Muerta es una cuestión de soluciones estrictramente logísticas.