La administración aduanera del 2014, la misma que debió controlar cientos de contenedores que se presume ingresaron al país ilegalmente (muchos aún almacenados en predios fiscales), implementó el 1º de julio de ese año un régimen muy simplificado, utilizado sobre todo por importadores (RG AFIP 3628).
Si bien los despachantes de aduana no fueron excluidos, por directivas expuestas en las múltiples versiones de su manual reglamentario, millonarios cargamentos de importaciones se formalizan por declarantes que, sin ser despachantes, actuaron y actúan como si lo fueran (RG AFIP 333). Ignorando preceptos del Código Aduanero y normas y criterios de la Unidad de Información Financiera (UIF), el régimen permitió que funcionarios y agentes de transporte aduanero también puedan suplantar la figura del despachante de aduana.
Los funcionarios devenidos en declarantes por cuenta de particulares son “personas expuestas políticamente” (resolución UIF 11/11), con todo lo que esa figura significa para el control que debe ejercer el Estado y, de acuerdo con el último artículo 5º del decreto 618/97, tienen prohibido mantener relaciones de cualquier naturaleza o de asesoramiento con importadores y exportadores.
“Otros motivos”
En la primera versión del manual se incorporaron 28 codificaciones para distintos motivos transaccionales y 14 subregímenes aduaneros. En la última versión, las codificaciones llegan a 47 y los subregímenes a 18, manteniendo siempre un amplio código: “Otros motivos no contemplados”. Por medio de estas pautas informáticas los declarantes registran las operaciones.
Este régimen aduanero también abarca exportaciones, pero basta leer las diferentes versiones del manual y apreciar los importantes montos girados al exterior para deducir que el gran beneficio de su simplicidad es para las importaciones.
Por este sistema se apartan millonarias operaciones del régimen general y así el declarante no debe indicar las posiciones arancelarias de las mercaderías que, según el Código Aduanero, deberían ser utilizadas por la Aduana para controlar la correcta clasificación arancelaria, valoración de la mercadería y aplicación del régimen tributario o de prohibiciones o restricciones.
Dicho esto sin olvidar que las estadísticas de comercio exterior del Indec son elaboradas sobre la base de las posiciones arancelarias declaradas en la documental aduanera, estadísticas que deberían constituir un indicador preciso de la evolución de la economía argentina y su interrelación con el resto del mundo.
Valores
Así, desde la entrada en vigor del régimen hasta el 30 de marzo último, se registraron a través de códigos simplificados operaciones por un valor total FOB de US$ 4413 millones y un peso neto de 118 millones de kilos.
Por ejemplo, está la codificación que utilizan, casi exclusivamente, los funcionarios que despachan importaciones para el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas: US$ 406,7 millones. Buques, transportes y material bélico son declarados sin indicar posiciones arancelarias y sin controles del valor con posterioridad al libramiento.
También son llamativos los datos del código usado para la importación de medicamentos y productos médicos no comercializados en el país, en carácter de uso compasivo. Con un FOB de US$ 214 millones y un peso de 67.000 kilos, asombra la relación de US$ 3189 por kilo.
Resulta imposible volcar todas las codificaciones, pero hay otras tres relevantes aunque alejadas de los primeros puestos:
- La creada para las importaciones de Presidencia y las provincias: US$ 18 millones (13,3 millones con Cristina Kirchner, y 4,6 millones con Mauricio Macri)
- La reservada para las importaciones de la Agencia Federal de Inteligencia: US$ 1,8 millones.
- Y con un incremento notorio a partir de la creación de este régimen se encuentran las importaciones con carácter de donación (código 0000.04.01.000F): suman US$ 47 millones en los últimos 33 meses. Codificación utilizada para el contrabando millonario detectado por la Aduana de Campana hace poco tiempo.
Hasta acá, una somera descripción del controvertido régimen “Importa fácil”. En breve podremos comenzar a debatir un futuro régimen que comienza a divulgarse como “Exporta fácil”. Su proyecto, con origen en deseos y planes comerciales de empresas de servicios postales y couriers, aspira a simplificar operaciones de exportación de hasta US$ 600.000 anuales y tendría puntos en común con el régimen RG AFIP 3628/14, entre otros: simplicidad en los controles aduaneros, múltiples versiones de un manual reglamentario, dificultad para el control del narcotráfico y el reemplazo de los despachantes de aduana. Esta vez por empleados de esas empresas.
El autor es despachante de aduana y especialista en comercio internacional