Un conjunto de riesgos globales relacionados entre sí, con efectos agravantes y consecuencias impredecibles. Sobre eso -que define como una policrisis- advierte el último informe del Foro Económico Mundial (WEF por su sigla en inglés).

La pandemia y la guerra en Ucrania volvieron a poner en primer plano las crisis energética, inflacionista, alimentaria y de seguridad, y todo eso crea una serie de riesgos que dominarán los próximos dos años: recesión, aumento de la angustia por la deuda, continuación de la crisis del costo de vida, polarización de las sociedades propiciada por la desinformación y las políticas nacionalistas.

Pero más allá de los efectos a corto plazo, sus implicancias para el largo plazo profundizan la preocupación. En el horizonte se vislumbra una creciente dificultad para combatir el cambio climático, conservar la biodiversidad y la inversión en capital humano.

Durante los últimos 17 años, el Informe sobre Riesgos Mundiales del WEF ha advertido sobre riesgos mundiales profundamente interconectados. En la última versión -presentada hoy-, vuelve a ponerse el foco en ese aspecto.

La crisis por el costo de la vida es el mayor riesgo a corto plazo, mientras que el fracaso de la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo son las mayores preocupaciones a largo plazo, según surge del informe que WEF elaboró en colaboración con Marsh McLennan y Zurich Insurance Group, y que se basa en las opiniones de más de 1200 expertos mundiales en riesgos, responsables políticos y líderes de diferentes ámbitos.

Riesgos mundiales clasificados por gravedad a corto y largo plazo

Cuenta regresiva

Las rivalidades geopolíticas y las posturas nacionalistas acentuarán las restricciones económicas y exacerbarán aún más los riesgos a corto y largo plazo, señala el informe antes de instar a los países a trabajar juntos para evitar las “rivalidades por los recursos”, y a hacerlo de manera rápida.

“El margen de actuación frente a las amenazas más graves a largo plazo se está cerrando rápidamente y por eso es necesaria una acción concertada y colectiva antes de que los riesgos alcancen un punto de inflexión”, advierte el trabajo.

Colapso ecológico

Los analistas señalan que a menos que el mundo empiece a cooperar más eficazmente en la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, en los próximos 10 años se producirá un calentamiento global continuado y un colapso ecológico.

La incapacidad para mitigar el cambio climático y adaptarse a él, las catástrofes naturales, la pérdida de biodiversidad y la degradación del medio ambiente representan cinco de los 10 principales riesgos, y la pérdida de biodiversidad se considera uno de los riesgos mundiales que más rápidamente se deteriorarán en la próxima década.

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Paralelamente, el liderazgo impulsado por las crisis y las rivalidades geopolíticas amenazan con crear angustia social a un nivel sin precedentes, a medida que desaparecen las inversiones en salud, educación y desarrollo económico, erosionando aún más la cohesión social.

Además, el informe explica que el aumento de las rivalidades no sólo conlleva el riesgo de un creciente armamentismo geoeconómico, sino también de una remilitarización, especialmente a través de las nuevas tecnologías y de “actores sin escrúpulos”.

Diyuntivas para los gobiernos

De acuerdo con las conclusiones del informe, en los próximos años, los gobiernos tendrán que hacer frente a duras disyuntivas en materia de sociedad, medio ambiente y seguridad.

Los riesgos geoeconómicos a corto plazo ya están poniendo a prueba los compromisos de cero emisiones netas y han abierto una brecha entre lo que es científicamente necesario y lo que es políticamente aceptable.

Es necesario acelerar drásticamente la acción colectiva sobre la crisis climática para limitar las consecuencias de un mundo que se calienta. Mientras tanto, las consideraciones de seguridad y el aumento del gasto militar pueden dejar menos margen fiscal para amortiguar los efectos de una crisis prolongada del costo de la vida. Sin un cambio de trayectoria, los países vulnerables podrían llegar a un estado perpetuo de crisis en el que serían incapaces de invertir en crecimiento futuro, desarrollo humano y tecnologías verdes.

Mezcla tóxica

En el trabajo se pide a los líderes que “actúen de forma colectiva y decidida, equilibrando las visiones a corto y largo plazo”, y además de enfatizar la necesidad de una acción climática urgente y coordinada, se recomienda hacer esfuerzos conjuntos entre países, así como la cooperación público-privada para fortalecer la estabilidad financiera, la gobernanza tecnológica, el desarrollo económico y la inversión en investigación, ciencia, educación y sanidad.

“El panorama de riesgos a corto plazo está dominado por la energía, los alimentos, la deuda y las catástrofes. Los que ya son vulnerables están sufriendo, y ante las múltiples crisis, los que se califican como “vulnerables” están aumentando rápidamente, tanto en los países ricos como en los pobres. En esta mezcla tóxica de riesgos mundiales conocidos y crecientes, un nuevo factor de choque –como otro conflicto militar o un nuevo virus-, podría resultar inmanejable. Por lo tanto, el clima y el desarrollo humano deben estar en el centro de las preocupaciones de los líderes mundiales para impulsar la resiliencia frente a futuros choques”, dijo Saadia Zahidi, Directora General del WEF.

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Optimismo

Si bien advierte que la interacción entre los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la seguridad alimentaria y el consumo de recursos naturales es un cóctel peligroso, y que sin un cambio significativo en las políticas o en las inversiones, esa mezcla acelerará el colapso de los ecosistemas, amenazará el suministro de alimentos, amplificará los efectos de las catástrofes naturales y limitará los avances en la mitigación del cambio climático, John Scott, Director de Riesgos de Sostenibilidad de Zurich Insurance Group explicó por qué hay razones para mantener una cuota de optimismo.

“Si aceleramos la acción, aún tendremos la oportunidad de alcanzar una trayectoria de 1,5ºC y hacer frente a la emergencia natural antes de que acabe la década. Los recientes avances en el despliegue de tecnologías de energías renovables y vehículos eléctricos nos dan buenas razones para ser optimistas”, sostuvo.

Cadenas de suministro

A su turno, Carolina Klint, Responsable de Gestión de Riesgos para Europa Continental de Marsh, dijo que este año estará marcado por un aumento de los riesgos relacionados con la alimentación, la energía, las materias primas y la ciberseguridad, lo que provocará nuevas perturbaciones en las cadenas de suministro mundiales y repercutirá en las decisiones de inversión.

“En un momento en el que los países y las organizaciones deberían estar intensificando sus esfuerzos de resiliencia, los vientos económicos en contra limitarán su capacidad para hacerlo. Enfrentadas a las condiciones geoeconómicas más difíciles de la última generación, las empresas deben centrarse no sólo en sortear los problemas a corto plazo, sino también en desarrollar estrategias que las sitúen en una buena posición frente a los riesgos a más largo plazo y el cambio estructural”, aconsejó.

Davos 2023

En un contexto global signado por múltiples crisis que profundizan las divisiones, fragmentan el panorama geopolítico y aumentan los riesgos, entre el 16 y el 20 del actual se realizará la tradicional reunión del WEF en Davos.

Más de 2700 líderes políticos, económicos y sociales del mundo viajarán a Suiza para analizar y debatir sobre cómo abordar las necesidades críticas e inmediatas de las personas y, al mismo tiempo, sentar las bases de un mundo más sostenible y resiliente para finales de la década.

“Vemos que las múltiples fuerzas políticas, económicas y sociales están creando una mayor fragmentación a escala mundial y nacional. Para abordar las causas profundas de esta erosión de la confianza, necesitamos reforzar la cooperación entre los sectores gubernamental y empresarial, creando las condiciones para una recuperación fuerte y duradera. Al mismo tiempo, debe reconocerse que el desarrollo económico debe hacerse más resistente y sostenible y que nadie debe quedarse atrás”, dijo Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del WEF.

La organización informó que en todas las sesiones se hará especial hincapié en la diversidad geográfica y de género (el programa completo puede consultarse aquí).


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