El Ente Administrador del Puerto Rosario (Enapro) ingresa en una etapa de transición, a tono con el cambio político de Santa Fe, donde el justicialismo entró en escena.
Todo indica que será Adrián Milisenda, director del ente por los últimos 8 años, quien reemplace a Ángel Elías en la presidencia del Enapro.
“Vamos a tener por delante una transición ordenada. La relación de continuidad va a ser buena sea quien sea presidente del Enapro. Hemos logrado en los últimos años que la continuidad sea una marca de la gestión por la excelente relación que logramos con las cámaras empresarias y las terminales portuarias”, señaló Elías en diálogo con Trade News.
Elías es una de las autoridades portuarias públicas de trayectoria política más destacada. Lideró un equipo que logró posicionar a Rosario no sólo como polo diversificado de cargas, sino preocupado por trascender en los debates de política portuaria local, con los encuentros de debate más profesionales y multitudinarios del sector, con presencia nacional encabezando el Consejo Portuario Argentino, y con un rol destacado en el plano internacional, que reconoció la trayectoria de Elías con su nominación como presidente de la Delegación Latinoamericana de AAPA, la asociación continental que agrupa a las autoridades portuarias desde Canadá a Chile y Argentina.
La formación de recursos humanos también caracterizó la obsesión de la última gestión del Enapro. Durante su mandato se creó la Fundación Polo Logístico Región Rosario, que entroniza la logística como vector privilegiado del desarrollo económico y comercial de Rosario y el área de influencia, y además se complementa con la capacitación que brinda el Centro de Estudios Portuarios Rosario (Cepro).

Elìas, durante el 28º Congreso Latinoamericano de Puertos, al recibir de las autoridades de AAPA el nombramiento como presidente de la Delegación Latinoamericana
“Hay muchas áreas para seguir trabajando desde lo institucional, en la política, para el desarrollo de Rosario”, añadió Elías.
-¿Qué temas pendientes quedaron sin resolver en su gestión?
-Hay algunos temas de infraestructura, tanto con Terminal Puerto Rosario (TPR) como con Servicios Portuarios (SP). Con TPR avanzamos en un preacuerdo para una inversión importante donde el Enapro realizaría su aporte. Se analizó incluso hasta una posible extensión de la concesión, que no está formalizado, para viabilizar la reconstrucción del muelle que más se usa, para refuncionalizarlo de acuerdo con un buque de diseño nuevo, más la ampliación de las plazoletas. Es una inversión muy grande, conjunta, con las empresas Ultramar y Vicentín (accionistas de TPR), que sólo en el muelle demandarán US$ 30 millones.
-¿Y con Servicios Portuarios?
-En este caso, el Directorio está en conversaciones para compensar con años de concesión la falta de fondos para obras. Esta empresa opera la terminal de la ex Junta Nacional de Granos, que sigue siendo muy eficiente a pesar de los años que tiene. Pero requiere sobre todo inversiones en materia de cuidado medioambiental.
-¿Cómo valora la evolución de la terminal multipropósito?
-Tuvimos dos licitaciones que no tuvieron la mejor de las suertes, primero con Ictsi (el grupo filipino International Container Terminal Services Inc.) y luego con el Puerto Terragona. Fue un puerto sucio por años, con paros y una mala relación con la ciudad. Luego todo cambió con la llegada Vicentín y Ultramar y el nuevo Directorio. Con la llegada de Hermes Binner al Gobierno provincial se generan nuevas condiciones y en 2007 llega el primer barco de MSC.
-¿Cuál fue el aporte de TPR?
-La asociación de Vicentín con el grupo chileno Ultramar trajo una tarea de formación y capacitación de recursos humanos y mejora continua muy novedosa para el puerto. Se logró un funcionamiento estable, con un management muy profesional, hoy a cargo de Rodrigo Galleguillos. Lograron 5 navieras y el hito de recuperar carga importante como las de Arcor, General Motors, Renualt-Nissan, a la vez que consolidaron una terminal de nicho, especializada en cargas y con sistemas novedosos como el “revolver”, de almacenamiento y carga en bodega de barcos a la vez.
-¿Y cómo siguió la relación con la ciudad y el sector laboral?
-En primer lugar, resolvimos muy bien el conflicto del Puerto de la Música. El puerto estuvo ocupado por el SUPA (sindicato de estibadores) mucho tiempo. El gobierno priorizó siempre una salida pacífica, y estuvimos conviviendo con los estibadores en el puerto hasta que llegamos al acuerdo y logramos la paz social, que incluyó un gesto de TPR de incorporar a nuevos estibadores a planta con el compromiso del Sindicato de actuar siempre en el marco de la ley. Desde entonces, casi no hubo más conflictos en Puerto Rosario.
Por otra parte, destaco el posicionamiento internacional del Enapro, con su participación permanente en los congresos de AAPA, que nos permite un benchmarking permanente y el intercambio de conocimiento y experiencias. Lo mismo que las acciones de capacitación del Cepro, que tiene una diplomatura por la que ya pasaron unos 50 empleados de las terminales privadas, y que ofrece cursos breves en técnica y operatoria portuaria.
-¿Qué prevé para el futuro del Puerto Rosario?
-La posibilidad de que llegue una mayor diversidad de buques, no sólo graneleros, sino más contenedores. La terminal multipropósito está en un punto estratégico para la vinculación de la producción del NEA y NOA. Creo que con una mejor infraestructura que está en marcha en la terminal, y con una hidrovía diferente, más la incorporación de nuevas tecnologías y de mejores prácticas operativas, veremos cada vez más contenedores y no sólo commodities operados por toda la región desde Rosario.
Lo más importante es la continuidad de las políticas, que está asegurada, y que las nuevas autoridades entienden esto perfectamente. (Omar) Perotti (gobernador electo de Santa Fe) llega con una formación en economía y viene de un distrito fundamental como Rafaela. Creo que la relación público-privada seguirá siendo prioritaria, lo mismo que la relación entre todos los jugadores. El puerto tiene un compromiso muy fuerte con el desarrollo de la ciudad y la provincia.