Aquello de estamos mal pero vamos bien no aplica. Si la foto es compleja, mirar la película no cambiaría mucho el resultado, advierte Marcelo Elizondo cuando se le pregunta por la situación actual del comercio internacional en la Argentina.
El flamante presidente de ICC Argentina (el comité nacional de la Cámara Internacional de Comercio) explica que la foto muestra congestión regulativa, intervencionismo exacerbado y mucha debilidad institucional, y que si no se producen grandes cambios, la situación no se revertirá. Es más, Elizondo aclara que más allá del contexto internacional, lo que ocurre en nuestro país obedece a decisiones propias, y cita como ejemplo el hecho de que mientras en 2020 el comercio mundial cayó 5,3%, en la Argentina esa cifra fue casi tres veces más grande: 15%.
Director de la Consultora DNI; Director de la Maestría en Dirección Estratégica y Tecnológica del ITBA; asesor y consultor de diversas empresas, organizaciones económicas y entidades internacionales; miembro consultor del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), Elizondo asume ahora el máximo cargo del capítulo argentino de la ICC, una organización mundial que agrupa a empresas y organizaciones económicas para a defensa gremial de la actividad comercial internacional, según describe.
Los objetivos
Los miembros fundadores de ICC Argentina son la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Unión Industrial Argentina, la Asociación Argentina de Compañía de Seguros, Pan American Energy, la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina y la Sociedad Rural Argentina.

Marcelo Elizondo
El objetivo de la organización es fomentar la apertura del comercio, la inversión internacional y la economía de mercado, y para ello trabaja a través de los más de 90 comités nacionales para acercar a los gobiernos los puntos de vista del sector empresario en cada país.
Fundada en 1919 “bajo la convicción de que el comercio constituye una poderosa herramienta para la consecución de la prosperidad y la paz mundial”, la ICC agrupa en la actualidad a miles de empresas, cámaras de comercio y asociaciones empresariales de más de 130 países.
Por su representatividad es una entidad consultiva de primer orden ante las Naciones Unidas, sus agencias y organismos especializados, y mantiene una fluida relación con otras organizaciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la Organización Internacional de Aduanas, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Mirar las tendencias
Durante una entrevista con Trade News, Elizondo cuenta que hace unos días mantuvieron una reunión con la Directora General de la OMC, Ngozi Okonjo Iweala, y que además de analizar la situación del comercio internacional, esos encuentros son una buena oportunidad para estudiar las tendencias que se insinúan.
-La nueva DG, con su impronta y compromiso con el tema puntual de las vacunas dan un renovado protagonismo a la OMC. ¿Es una buena noticia para el multilateralismo o es que estamos cambiando de nombres y estrategias, pasando de una guerra comercial a una guerra sanitaria, con la geopolítica de las vacunas en el medio?
-Mi posición es que el comercio internacional después de la pandemia está sufriendo muchos cambios o, en realidad, la aceleración de cambios que venían de antes. Está frente a nuevas adaptaciones, una de ellas es el cambio tecnológico.

Elizondo dice que la pandemia aceleró muchos de los cambios que se vislumbraban, engtre ellos, el cambio tecnológico. Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
Globalización hexagonal
Hoy la globalización económica es un incremento de los flujos de intercambio económico basados en las nuevas tecnologías -lo que llamo la globalización hexagonal-, con seis flujos: comercio de bienes, de servicios, IED, flujos de financiamiento privados dirigidos a proyectos innovativos, flujos de datos, conocimiento e información a través de las fronteras y telemigraciones (gente que trabaja desde un país para otro).
Lo primero que ocurre en el mundo es este proceso de reformulación por el cambio tecnológico.
Lo segundo es una reformulación de las condiciones regulatorias del comercio y las inversiones internacionales.
Las nuevas regulaciones
El mundo asiste a la consolidación de la baja de aranceles, una apertura de mercados, pero al mismo tiempo un incremento de regulaciones no arancelarias por precauciones varias: ambientales, sanitarias, de seguridad.
Ves que el mundo ya no protege mercados nacionales por aranceles pero sí por cuestiones cualitativas. La pandemia reverdeció el reclamo por condiciones de ese tipo. Otro tema que se suma tiene que ver con los derechos laborales en la producción trazable.
Y el tercer punto de ese triángulo es la geopolítica, que está influyendo mucho en los negocios.
Hay muchos condicionamientos. Por ejemplo, la guerra entre Estados Unidos y China no tiene que ver sólo con el déficit comercial de EE.UU. sino con el hecho de si China respeta la propiedad intelectual.
Australia inició una investigación por el origen del Covid y China le cerró el mercado a sus carnes. Japón lanzó un paquete de subsidios a sus empresas para que sustituyan proveedores chinos por proveedores de otros países asiáticos. El Brexit es otro ejemplo, lo que está diciendo el Reino Unido es “me siento más cómodo con países no tan regulativos, más flexibles y menos exigentes que la UE”.
Geopolítica y vacunas
Hay una creciente influencia de la geopolítica y dentro de eso aparece el tema de las vacunas. Creo que porque los países se están sintiendo más cómodos con quienes tienen coincidencias y entonces se van formando acercamiento de amigos entre quienes comparten ciertos parámetros, tienen reglas similares en materia de cómo producen, comercian o trabajan.

Imagen de torstensimon en Pixabay.
La geopolítica de las vacunas aparece como efecto de la geopolítica en general en los negocios. No se trata sólo de la geopolítica de las vacunas, sino de la geopolítica de Huawei, de las empresas globales, de las nuevas tecnologías y la propiedad intelectual, de todo.
-¿Puede todo esto reconfigurar los ejes de desarrollo y comercio en el mundo? ¿El eje China-Rusia queda restringido al tema de las vacunas o es parte de esa nueva definición en la que figuran se distinguen dos grupos de países: ellos por un lado, y un eje europeo/norteamericano por el otro lado?
–Eso es lo que plantea Biden, que dice que el mundo se divide entre democracias y autocracias.
Y tiene que ver con que hay países, clubes de amigos, que se encuentran más cómodos entre sí cuando comparten modelos, pero no sólo modelos en términos de leyes comerciales, sino en términos de instituciones, de sistemas políticos.
Los países con democracia tutelada o restrictiva o directamente los no democráticos, privilegian lo colectivo, la autoridad, la organización política, son más opacos. La autoridad prevalece sobre la autonomía de los autores particulares. Aquí confluyen Rusia, China e Irán, entre otros.
Enfrente se agrupan los que prefieren la autonomía a la organicidad a través del eje del poder. Aquí están EE.UU., Europa, el Reino Unido, Canadá, Australia, Japón…
Amplio efecto
Pero esto no es sólo vacunas. Claramente las confluencias geopolíticas tienen efecto en la economía como en tantos otros planos.
Con Trump, EE.UU. le exigía a China por la propiedad intelectual, pero con Biden le está exigiendo además por el derecho de las minorías musulmanas, por la democracia en Hong Kong, y por sus excursiones al Mar del Sur.
El mundo está volviendo a tensiones geopolíticas por modelos, no por simpatías históricas.
-¿Qué mostraría la foto actual del comercio internacional en la Argentina? ¿Y la película a dos años?
-Si no cambiara nada de acá a dos años, la foto muestra un comercio internacional sumamente interferido, maniatado, porque tenés cepo cambiario, control de cambio con los distintos tipos de cambio(el oficial y los paralelos); retenciones; altos aranceles; licencias no automáticas y automáticas, y una enorme cantidad de intervenciones de distinto tipo como prohibir la exportación de carne u obligar a las empresas a presentar formularios de sus planes futuros antes de importar.
La foto es de congestión regulativa, intervencionismo exacerbado y mucha debilidad institucional, porque podés tener un sistema muy regulado pero cierta previsibilidad: ya sé cuáles son las reglas, están escritas, estoy incómodo pero no hay sorpresas. Pero acá ni siquiera es así, es todo muy aleatorio. Aparece una regulación nueva, a algunos los autorizan y a otros no, con lo que, además de las complejidad regulativa y el intervencionismo exacerbado, tenés mucha debilidad institucional.
Más allá del mundo, nosotros
Con esto lo que imagino por delante es mucha debilidad del comercio internacional. Y me remito al último dato: el año pasado el comercio mundial cayó 5,3%, y en la Argentina, 15%.
Que haya caído el triple no es consecuencia de lo que pasó en el mundo sino de que acá tenés problemas de inversión, producción, comercialización y financiamiento. No me imagino que eso vaya a cambiar mucho. Cambiará algo, pero seguimos en un nivel bajísimo.
El año pasado la Argentina batió un record: por primera vez en la historia, su participación en el comercio mundial fue menor al 0,3%. El piso histórico era 0,3%. Hace 60 años era 0,8%; a principios del siglo XXI era 0,4%; los datos preliminares para 2020 muestran que fue 0,28%.
No me imagino que todo esto cambie mucho si no cambian las condiciones.
-O sea, ¿entre la foto y la película no hay mucha diferencia?
-No, porque la foto no es un momento aislado, es una parte de la película. Si me dijeran: “Estamos justo en un momento excepcional de restricciones”… Pero no, si en el Gobierno se escuchan voces diciendo que hay que aumentar las retenciones y los impuestos a las empresas.
Todos dicen que al comercio internacional lo afectan las retenciones, pero hay que tener en cuenta que también lo afecta el aumento del impuesto a las Ganancias y las leyes que restringen el teletrabajo o la eliminación del pacto fiscal que iba a hacer bajar impuestos a la producción, como ingresos brutos. Te penalizan con un impuesto por producir. No me imagino que la foto refleje un momento excepcional frente a una película que muestre que se retoma el camino a la normalidad. La foto coincide con cómo viene la película.