“El rol del Despachante es fundamental”, respondió Alberto Abad.
El jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) arrancó la respuesta de esa manera cuando Trade News le preguntó si “Exporta Simple” -el sistema simplificado con el que el Gobierno busca sumar pymes y emprendedores al comercio exterior- elimina la figura del Despachante de aduana.
“En este caso no…, pero no se olviden que esto será una franja dentro del proceso de exportaciones. Como decía el Presidente, el que empieza como pyme lo que esperamos es que a los dos o tres años se transforme en mediana y después en grande (empresa). Y cuando las exportaciones tienen otro volumen van por el régimen general, y ahí el Despachante tiene que trabajar.
Esto es por exportaciones hasta US$600.000 anuales y cada despacho no puede ser de más de US$15.000, por lo que queda un gran rango de exportadores que sigue trabajando con el régimen general y los despachantes tienen su tarea como siempre, esto no le saca trabajo a nadie. Esto es un incremento”, dijo Abad.
¿La idea es sumar empresas que hasta ahora no exportaban?, preguntó Trade News.
Entonces, fue el ministro de Producción, Francisco Cabrera, quien respondió: “Exporta Simple es una herramienta de inclusión de las pymes en el proceso exportador, que por ser dificultoso y porque tenían que contratar a un Despachante de aduana no entraban. Le hacemos un circuito y un proceso más sencillo, que forma parte de una estrategia de simplificación”, comentó.

Cabrera, Braun y Abad durante la presentación del Exporta Fácil en Tecnópolis
Algunos minutos después de concluida la presentación oficial en una de las enormes salas de Tecnópolis, los funcionarios dialogaron con un reducido grupo de periodistas.
“El hecho de exportar es sumamente importante porque las empresas acceden a nuevos mercados, generan productos de calidad”, abundó Cabrera que durante su discurso detalló que Exporta Simple forma parte de la estrategia oficial para mejorar la productividad.
Para mejorar la productividad de la Argentina hay ocho temas en los que el Gobierno tenía la responsabilidad de ponerse a trabajar, dijo y enumeró:
- Costo del capital
- Acceso al financiamiento
- Acuerdos productivos y la baja de los costos laborales
- Reforma tributaria
- Costos logísticos
- Defensa de la competencia
- Simplificación burocrática
- Integración inteligente al mundo
“El tema de la simplificación burocrática es sumamente relevante y probablemente sea el tema al que más importancia le estemos dando desde el Ministerio de Producción durante este año”, comentó Cabrera.
“Calculamos que en los próximos dos años podemos hacerle ahorrar al sector productivo un punto del PBI o sea 100.000 millones de pesos en trámites, papeles, autorizaciones, registros, fotocopias”, se entusiasmó el ministro.
Fin del encierro
Respecto de la integración al mundo, dijo que hemos sido “uno de los países más aislados” y que si el tema se analiza como porcentaje de las exportaciones respecto del PBI, somos el tercero más cerrado del planeta, detrás de Sudán y Argelia.
“Tenemos que empezar a brindar herramientas sencillas a las pymes para que exporten y se integren y otras más importantes de políticas públicas como acuerdos internacionales como para acceder a nuevos mercados y que pueda crecer la economía”, comentó antes de reiterar que en los próximos meses seguramente haya novedades sobre el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, tal como había dicho durante la apertura de la 23° Conferencia Industrial Argentina, organizada por la Unión Industrial (UIA).
Fue entonces cuando el ministro de Producción improvisó una suerte de lección teórico-psicológica de las visiones sobre la integración con el mundo.
“Hay visiones optimistas y pesimistas –explicó-. Hay quienes creen que los argentinos no somos capaces de competir y por lo tanto cuando decimos que nos vamos a integrar al mundo dicen que la Argentina estará condenada a ser un país agrícola, productor de commodities. ¿Por qué? Los argentinos tienen la capacidad de ser exportadores de productos complejos, servicios con valor agregado, productos industriales. No hay razones tecnológicas ni de capacitación para pensar así. La única razón por la que la Argentina no es competitiva está en manos de los gobiernos, y es en la corrección de esos temas en los que estamos avanzando”, dijo desde el escenario de Tecnópolis.
Mafias y coimas como parte de las reglas
Cabrera contó que cuando visita plantas como la de Toyota comprueba que tienen las mismas prácticas productivas y de management –y por lo tanto la misma productividad- que la de cualquier otro país.
“Desde aquí exportan a 21 países. Es cierto que cuando un producto sale de la planta se encuentra con ingresos brutos, aduanas internas, costos logísticos importantes, con una Aduana que todavía hace falta seguir modernizando en sus procesos, mafias, coimas. Esas son las reglas que tenemos, por lo tanto la integración al mundo tiene que ser gradual”, comentó.
El ministro de Producción dijo que el sobre el proceso de integración se está dando porque “es posible que en los próximos meses tengamos un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, y esto hará que la Argentina, que tiene acuerdo de libre comercio con el 9% del PBI del mundo, empiece a tenerlo con el 30%, con el bloque más importante del mundo”.
Cabrera vaticinó “muchísimos beneficios” en ese sentido. “En el corto plazo, para el sector agroindustrial, y en el largo plazo, para los sectores de industriales y de servicios”.
— Francisco Cabrera (@cabrerafran) 5 de diciembre de 2017