Los gremios portuarios, marítimos y de la industria naval suscribieron la declaración de la CGT de Mar del Plata del 18 de enero último durante una reunión extraordinaria del Consejo Directivo nacional de la Fempinra realizado hoy.
“No vamos a quedar encerrados en la lógica de republicanos honestos versus sindicalistas mafiosos“, manifestó el secretario de Prensa de la federación gremial, Luis Rebollo, en un comunicado.
La Fempinra denunció también “la campaña de embate sobre el sindicalismo, promoviendo como generales caso deleznables, pero absolutamente minoritarios y aislados” y criticó asimismo el “trazado económico contrario al interés nacional, que fomenta la timba financiera y no genera producción genuina ni puestos de trabajo, sino despidos”.
Argumentos propios
La Fempinra, de esta manera, adhiere a la marcha del 21 de febrero convocada por el sindicalismo más alineado con el camionero Hugo Moyano, y justifican además su participación como rechazo al veto presidencial a la ley de industria naval sancionada por el Congreso.
“Luego de dos años de consenso y discusión con todos los bloques del legislativo (la ley) fue amputada en sus artículos principales, tornándola inútil”, agregaron los gremios de la Fempinra.
Asimismo, subrayan que persiste el clima de “incertidumbre” respecto del futuro de los puestos de trabajo en el puerto de Buenos Aires, “que no tiene definición concreta desde hace largo tiempo, y pone en duda la continuidad laboral de miles de portuarios”.
“Los marítimos, portuarios y navales estaremos presentes en todas las luchas sectoriales y en nuestros conflictos específicos, intensificando las acciones no sin antes reivindicar paritarias libres y sin techo, exigiéndole al Poder Ejecutivo y al Congreso de la Nación se desanden las iniciativas que vulneren los derechos de los trabajadores y de los sectores más desprotegidos”, destacaron.
“Como lo ha advertido nuestro secretario general (Juan Carlos Schmid), acá no hay gradualismo, sino un ataque al desarrollo nacional y una política deliberada de alentar la baja de los salarios y de los convenios colectivos, máxime después de la sanción de una reforma previsional vergonzosa que se sirvió de una ruptura de los códigos de confianza con el movimiento obrero, utilizando la reforma laboral como caballo de Troya para cumplir con los objetivos de rebajar los ingresos de los compañeros/as jubilados y pensionados”, concluyeron.