La producción industrial en julio cayó un 4,3% respecto del mismo período de 2017 de acuerdo con el último índice de producción industrial (IPI), uno de los indicadores de coyuntura que regularmente elabora la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL)

“De las 10 ramas del IPI, 6 mostraron un retroceso, destacándose la caída en el proceso de petróleo, producto de paradas en varias refinerías, la merma en la producción de químicos y plásticos, del complejo metalmecánico y en el de minerales no metálicos”, señala el informe.

No obstante, FIEL sostiene que la producción industrial de julio fue un 4,3% superior a la de junio “incluyendo los factores estacionales”, pero agregó que si “estos se corrigen la actividad se mostró estable al avanzar 0,1%”.

“Se registró un importante avance de la producción siderúrgica, impulsada por la producción primaria, y la automotriz, por el empuje de la producción de utilitarios, que contuvieron una caída más profunda de la actividad industrial agregada”, añade FIEL, tras contemplar que en el acumulado desde enero (y en la comparación interanual) “la producción industrial ha dejado de crecer y muestra un ligero retroceso del 0,1%”.

La siderurgia continúa liderando el crecimiento con un avance del 12,.8%, en tanto que la producción automotriz acumula en los primeros 7 meses del año una mejora del 10,1% en comparación con el mismo período del año anterior, seguida de la producción de minerales no metálicos (3,9%) y la producción de papel y celulosa (1,2%).

En tanto, la producción de alimentos y bebidas (0%) detuvo su crecimiento en el acumulado para los primeros siete meses del año, mientras que los insumos textiles mostraron una contracción del 0,7%, seguidos por los químicos y plásticos (‐1%), despachos de cigarrillos (‐1,4%) y proceso de petróleo (‐6.9%).

El complejo metalmecánico fue el que registró un mayor nivel de caída interanual, acumulando desde enero una merma del 7,4%.

Bienes intermedios

“En los primeros siete meses del año los bienes de uso intermedio acumulan una mejora interanual del 0,8% mientras que los bienes de consumo durable avanzan 0,4%, recortando en ambos casos el ritmo de crecimiento observado en meses previos. Por su parte, los bienes de consumo no durable se contraen en la comparación interanual 0,2% para el acumulado enero–julio, mientras que la producción de bienes de capital se contrajo 6,5%”, explica FIEL.

“En términos desestacionalizados –continúa el informe– el IPI frenó en julio (+0.1%) el ritmo de caída mensual observada en meses previos y acumula desde julio 2017 una contracción de 5,6%. Los indicadores que permiten analizar la sostenibilidad de la fase cíclica, no muestran evidencia de una rápida reversión en el corto plazo. Adicionalmente, la difusión de la contracción de la actividad alcanzó en el mes de julio a más del 60% de la actividad industrial y continúa con perspectivas negativas para los próximos meses”, advierte.

Julio fue el tercer mes con caída interanual de la producción. “El ceñido manejo de la política monetaria ha obligado a posponer el recorte de tasas de interés demorando el inicio de una incipiente recuperación, mientras las empresas revisan planes de producción para ajustar sus stocks. Por su parte, Brasil ha recortado expectativas de crecimiento industrial para el presente año, restando tracción sobre la actividad local”, concluye el informe.