Polifacética, la Administración General de Puertos (AGP), avanzará en el diseño, construcción y explotación de una terminal de buques de pasajeros en Ushuaia, Tierra del Fuego, que en la última campaña recibió 371 recaladas con casi 150.000 personas, entre tripulantes y pasajeros. En Buenos Aires, en tanto, para la actual campaña se esperan alrededor de 130 recaladas de buques de gran porte, y alrededor de 400.000 pasajeros, con gastos diarios en tierra del orden de los US$ 100.
De esta manera, el organismo descentralizado del Ministerio de Transporte, agrega el negocio de cruceros en el “Fin del Mundo” a su cartera de operaciones que incluye el control de permisionarios y concesionarios del puerto federal de Buenos Aires, la concesión del mantenimiento del sistema de navegación troncal -que incluye el contrato de las obras de dragado, balizamiento, control hidrológico y el monitoreo integral de la vía navegable- y, eventualmente, las obras de dragado de apertura del Canal Magadalena, donde iniciará en breve una nueva campaña de batimetrías.
Esta nueva gestión a cargo del organismo que conduce José Beni, implícitamente, reconoce una gestión satisfactoria en la terminal de cruceros Quinquela Martín, por un lado, y la capacidad técnica de los profesionales del organismo, por el otro lado.
Financiación y explotación comercial
Beni firmó el acuerdo con el gobernador de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, donde se establecieron las “condiciones para el diseño, financiación, construcción, mantenimiento, administración, explotación comercial y funcionamiento de una terminal de cruceros en el Puerto de Ushuaia, que se sumará a la terminal de catamaranes ya iniciada”, destacó el organismo en un comunicado.
La información oficial, no obstante, no brindó detalles sobre el costo integral del proyecto. Tras una consulta de Trade News, se limitaron a informar que el financiamiento provendrá del Tesoro Nacional, pero sin brindar detalles de las partidas específicas.
Ampliación y Cruce Austral
La obra en cuestión, además, complementará no sólo la postergada ampliación del puerto fueguino, sino el Cruce Austral Marítimo, que unirá de manera fluvial a Tierra del Fuego y Santa Cruz, una alternativa necesaria al actual paso terrestre que obliga a la logística a realizar aduana para conectar a la Isla con el continente. En un futuro, idealmente, las mercaderías que aprovechan el régimen fiscal de la Isla para su producción, deberían regresar por vía marítima (como los insumos que llegan en contenedores). En la actualidad, el transporte terrestre realiza la mayor parte del tráfico entre Ushuaia y Buenos Aires, centro de consumo mayoritario de los bienes que allí se producen.
“Esta será una terminal mucho más grande que la prevista”, dijo el gobernador, tras destacar que se ubicará “en la cabecera del puerto, donde hoy están los contenedores”. “Buscamos que el Puerto de Ushuaia sea de primer nivel para los cruceros, no solamente reconocido por estar en el fin del mundo”, agregó Melella.
Beni, en tanto, destacó que el convenio “consolida el rol técnico federal de la AGP, que sigue impulsando el desarrollo de la industria de cruceros, tan importante para nuestro país”.