Cada día de espera de un camión en la frontera cuesta alrededor de US$500. El camino más directo para evitarlo es lograr una “integración real”, y en la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) dicen que no sólo están convencidos de eso sino que después de mucho tiempo de “reclamar” por esas cuestiones, llegó el momento de hacer algo concreto.

“Seguimos teniendo doble frontera con Brasil. No hay aduanas integradas. El paso de un país a otro implica rellenar formularios en papel que hacen perder tiempo y plata. Tal como está hoy el Mercosur es como si no existiera”, dijo Rubén García, presidente de la CIRA.

Cualquiera de los actores del comercio (no sólo internacional) tiene en claro cuáles son las desventajas de que el proyecto de integración más importante del país siga siendo más una iniciativa de escritorio que un marco de solución práctica para facilitar el intercambio.

Beneficios en cascada

Enfrente, la lista de potenciales efectos positivos se presenta como una cascada.

Si la integración “fuera real” se reducirían los tiempos de espera y con eso, los costos, lo que a su vez redundaría en una mejora de la competitividad y el consiguiente aumento del comercio y con ello, más generación de empleo.

La imagen es de uno de los pasos fronterizos entre la Argentina y Brasil, pero se repite en el resto del Mercosur: la libre circulación de bienes, servicios y factores sigue siendo una de las grandes materias pendientes del bloque.

Aunque la cadena pueda recordar el relato infantil “Sal de ahí chivita, chivita” en el que una cosa lleva a la otra, experiencias como la de la pionera Unión Europea o la más joven Alianza del Pacífico (desde 2011 reúne a Chile, Colombia, México y Perú), muestran el poder de la integración.

Discusiones productivas

A 28 años de su nacimiento, los debates sobre el futuro del bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela (suspendido) se intensificaron en el último tiempo con una interesante característica: las discusiones que se vienen dando en el ámbito académico desde hace mucho, ahora son motorizadas por asociaciones y cámaras empresarias que representan al “Mercosur productivo”.

Al ser consultado por Trade News, García explicó que, convencidos de que es tiempo de que el sector privado “deje de suplicar al Estado que haga algo” para modificar el Mercosur, desde la Cámara de Importadores decidieron impulsar “una agenda de trabajo con las necesidades reales de los que producimos”.

Así fue como el Observatorio CIRA encargó un trabajo a tres reconocidos especialistas en la materia: Marcelo Elizondo, Guillermo Feldman y Rosario Campos.

En “Mercosur: diagnóstico y propuestas para su modernización”, se describe el estado de situación del bloque mostrando un conjunto de hechos estilizados y se enumeran un conjunto de propuestas que pueden impulsar su mejor funcionamiento y la modernización del proceso de integración.

¿En qué consiste la modernización del Mercosur?

Los autores comienzan señalando que los presidentes de Argentina y Brasil han hablado en favor de una agenda de trabajo para la modernización del Mercosur, y que si bien aún no hay información oficial sobre la política comercial del gobierno de Bolsonaro, “existe la posibilidad de una apertura gradual y unilateral -o aún acordada- del principal socio comercial de la Argentina”.

Aunque los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y de Brasil, Jair Bolsonaro, dijeron que quieren una agenda de trabajo para modernizar el Mercosur, aún no queda claro en qué consistiría la misma.

Aunque se especula con que la visita que el canciller de Brasil, Ernesto Araújo, realizará al país el próximo miércoles sirva para aclarar algunos puntos, por ahora son más los interrogantes relacionados con a qué puede conducir la flexibilización de un acuerdo regional imperfecto o qué espera y pretende Argentina con el Mercosur, y cuál será la propuesta que el ministro traerá a Buenos Aires.

El trabajo elaborado en la CIRA se divide en tres partes.

Diagnóstico

  • Brasil y Argentina forman parte del grupo de economías más cerradas del mundo., tanto con bajos indicadores de apertura como con aranceles elevados, especialmente en bienes intermedios y bienes de capital, lo que no contribuye a la productividad y competitividad de sus economías
  • El Mercosur no ha alcanzado la totalidad de los objetivos planteados desde su creación, principalmente en lo que se refiere a libre circulación de bienes, servicios y factores
  • Brasil es el principal mercado para las exportaciones argentinas (18% del total el año pasado) y el origen de 24% de las importaciones. Las ventas a Brasil representan más que las destinadas a Estados Unidos y China sumadas
  • Las exportaciones totales del Mercosur han venido descendiendo desde el máximo alcanzado en 2011 y se ha debilitado el comercio intrazona
  • El bloque tiene escasa relación económica fuera de sí mismo. Las urgencias y crisis macroeconómicas de los países del Mercosur han condicionado su agenda de integración y limitado los avances

Propuestas para el Mercosur

  • Revisar y simplificar la estructura del Arancel Externo Común (AEC) para que haga explícita la protección efectiva buscada. Reducir aranceles especialmente en bienes intermedios y bienes de capital, necesarios para la transformación productiva
  • Reducir los costos del comercio. Medidas de facilitación y simplificación
  • La actual coincidencia de los socios en la necesidad de profundizar la inserción internacional permite dinamizar la proyección externa del Mercosur tanto en negociaciones nuevas (China y EE.UU.) como ya iniciadas (Alianza del Pacífico, UE, Canadá y Singapur).
  • Evaluar las oportunidades, desafíos y amenazas de la transformación del Mercosur en una Zona de Libre Comercio.

Las urgencias y crisis macroeconómicas de los socios del Mercosur condicionaron su agenda de integración, pero la actual coincidencia de los socios en la necesidad de hacerlo es una gran oportunidad para dinamizar negociaciones nuevas y añejas, como la que comenzó con la UE, en 1994.

Cinco hechos estilizados y estadísticas económicas

  1. Brasil es un socio estratégico para la Argentina. Es el primer socio comercial y el principal destino de las exportaciones manufactureras (37% de las MOI)
  2. Brasil y Argentina ocupan el 2° y 3 ° puesto en el podio de las economías más cerradas del mundo
  3. Arancel Externo Común elevado y con múltiples perforaciones. El Mercosur no constituye un territorio aduanero único. El promedio simple del arancel es elevado, difiere entre países y Argentina y Brasil tienen la más alta carga arancelaria
  4. El comercio intrazona se ha debilitado, pero por su composición sigue siendo relevante. Sus exportaciones totales dependen altamente del comercio con terceros mercados. Casi el 80% del comercio del Mercosur (medición de la OMC en 2016) se produce fuera de la región, mientras que en los demás bloques pasa lo contrario.
  5. Expansión de acuerdos comerciales preferenciales en el mundo. Los acuerdos internacionales han impulsado un gran crecimiento del comercio y las inversiones internacionales en el planeta.

Según la OMC, del total del comercio internacional anual, alrededor de la mitad ocurre entre países que están aliados por acuerdos regionales

Viaje a Brasil

Con el documento a cuestas, García y otros integrantes de la Cámara de Importadores viajaron la semana pasada a Brasil.

En la poderosa Federación de Industrias de Estado de San Pablo (Fiesp) se entrevistaron con su presidente, Paulo Skaf, y el encargado de Relaciones Internacionales de la organización, Thomaz Zanotto.

La CIRA convocará en los próximos días a las organizaciones de nuestro país que quieran sumarse a la iniciativa cuyo principal objetivo es alcanzar un consenso sobre las cuestiones prioritarias relacionadas con el Mercosur para luego volver a Brasil con la propuesta ampliada, reunirse con representantes de asociaciones de los otros países del bloque y por último presentar una agenda concreta a las autoridades.

Todo, aseguran, en pos de que el Mercosur se aleje de los escritorios y se acerque a las demandas reales.