La próxima semana, en Londres, comenzará una de las reuniones más importantes sobre el impacto medioambiental del sector marítimo. En la Organización Marítima Internacional (OMI), los Estados miembros negociarán la revisión de la estrategia sobre Gases de Efecto Invernadero (GEI) y la descarbonización de la actividad.
Los 175 Estados Miembros que forman parte del organismo regulador de Naciones Unidas (ONU) volverán a debatir sobre los tiempos y las vías para reducir las emisiones del transporte marítimo, responsable del movimiento de alrededor del 90% de todas las mercancías comercializadas en el mundo.
Luego del frustrado intento de diciembre último, la semana próxima se retomará el debate en el Grupo de Trabajo Intersesional sobre Gases de Efecto Invernadero. Ese es el paso previo para adoptar un acuerdo definitivo sobre la estrategia revisada en la 80ª cumbre del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC80), que se desarrollará entre el 3 y el 7 de julio.
Futuro verde?
“La revisión de la Estrategia de la OMI en julio marcará la trayectoria política del sector marítimo internacional para las próximas décadas. Si los Estados miembros lo hacen bien, podrán poner al sector marítimo en línea para cumplir los objetivos de temperatura de París y promover la inversión en tecnologías verdes que transformarán completamente el sector. Es importante que los pequeños Estados insulares estén en la mesa y que sus voces sean escuchadas. En la transición hacia un futuro verde para el sector marítimo ningún país puede quedarse atrás”, dijo Kerrlene Wills, Directora de Océanos y Clima de la Fundación de la ONU para el Clima.
Tal como quedó en claro en diciembre, las aguas están divididas.
Aunque en las deliberaciones hay una coincidencia generalizada respecto de la gravedad y urgencia de la situación medioambiental, y de la necesidad de priorizar medidas para combatir el cambio climático, a la hora de establecer plazos y caminos para hacerlo, recursos para financiar esa transición y conocer de modo certero su impacto -especialmente en las economías menos desarrolladas-, surgen diferencias importantes.
Tiempos diferentes
Si bien actualmente sigue vigente el compromiso para reducir a la mitad, en 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte marítimo, diferentes grupos de países, organizaciones civiles, empresarias y contra el cambio climático, promueven metas más ambiciosas con el objetivo de que el sector se alinee con los establecido por el Acuerdo de París para limitar el calentamiento global a 1,5° en comparación con los niveles preindustriales.
Por ejemplo, un grupo de países liderado por los integrantes de la Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS por sus siglas en inglés, encabezados por las islas Marshall y Salomón), impulsa la idea de llegar a 2050 con cero emisiones, y fijar objetivos provisionales de reducción de emisiones para 2030 y 2040.

En diciembre, mientras comenzaban las deliberaciones de los delegados de la OMI, fuera del edificio, representantes de Ocean Rebellion, un colectivo artístico internacional que lucha contra la degradación de los océanos y la pérdida de biodiversidad, montó una performance para pedir la eliminación del uso de combustibles fósiles en la industria naviera. Imagen: Ocean Rebellion.
Mapa de las negociaciones
A días del comienzo de los debates en la OMI, un grupo de asociaciones del clima, la energía y la naturaleza -entre las que está Periodistas por el Planeta-, trazó un “mapa de las negociaciones” en el que destacan que una mayoría de los miembros están en favor del cero absoluto para 2050, y que hay una creciente presión para una reducción absoluta de las emisiones en 2030 y 2040.
Resumen –de acuerdo con la última ronda de negociaciones realizada en marzo último– las diferentes posturas:
- 45 países en favor de “Cero para 2050”: UE, EE.UU., Reino Unido, Canadá, Japón, Fiyi, Islas Marshall, Islas Salomón, Vanuatu, México, Noruega, Bahamas, Nueva Zelanda, Australia, Kiribati, Tonga, Panamá, Islas Cook y Turquía.
- 37 países en favor de un objetivo adicional para 2030: UE, EE.UU., Reino Unido, Canadá, Fiyi, Islas Salomón, Islas Marshall, Tuvalu, Kiribati, Tonga y Singapur.
- 43 países en favor de un objetivo adicional para 2040: UE, Reino Unido, EE.UU., Canadá, Japón, Fiyi, Islas Marshall, Islas Salomón, Vanuatu, México, Singapur, Noruega, Tuvalu, Tonga, Nueva Zelanda, Kiribati y Singapur.
- Grupo indefinido. Desde GSCC explican que aunque en el pasado había un “estrecho grupo de países que se oponían a cualquier aumento del nivel de ambición de la OMI”, hoy existen señales de que esa oposición podría estar desmoronándose.
La lectura obedece a un supuesto cambio en la postura de los Emiratos Árabes Unidos, que formaba parte de este bloque junto con la Argentina, Brasil, Ecuador, China, Rusia, India, Bangladesh, Arabia Saudita y Sudáfrica.
Cambios
“Los Emiratos Árabes Unidos, que anteriormente se oponían a aumentar el nivel de ambición, dieron un giro de 180 grados en su política en mayo y ahora están a favor de un objetivo de “cero emisiones netas para 2050” para el transporte marítimo mundial, con un pico de emisiones lo antes posible. El resto de los miembros del grupo no han presentado aún sus posiciones de cara al próximo debate”, argumentan desde GSCC.
Precisamente los representantes de este grupo fueron los voceros más enérgicos a la hora de expresar sus dudas respecto de la conveniencia de acelerar los tiempos para la descarbonización y, de modo particular, dejaron en claro su oposición a la instrumentación de una tasa que grave las emisiones de los barcos.
Tasa a las emisiones
La creación de una tasa de US$100 por cada tonelada de carbono emitida por un barco, figura en una de las cinco propuestas –una de ellas patrocinada por la Argentina- que se discuten y negocian en el Grupo de Trabajo Intersesional sobre la Reducción de las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero procedentes de los buques.
Se trata de una iniciativa de las Islas Marshall y las Islas Salomón, que consiste en utilizar los ingresos que genere el pago de esa tasa para proyectos relacionados con el clima dentro y fuera de la industria marítima, y que tiene a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) y los Países Menos Adelantados (PMA) como los principales destinatarios.
Los expertos medioambientales insisten en que la reducción inmediata de las emisiones del transporte marítimo puede lograrse mediante una combinación de medidas: mejorando la eficiencia energética y operativa, reduciendo la velocidad de navegación de los buques e invirtiendo en tecnologías de propulsión eólica, entre otras cuestiones.

Sesión plenaria en la Organización Marítima Internacional. Imagen: OMI.
Mayor ambición
“Las emisiones de GEI del transporte marítimo aumentaron alrededor del 10% entre 2012 y 2018 y estimamos que el sector agotará su parte de un presupuesto de carbono compatible con 1,5 ° para 2030 a menos que las emisiones comiencen a disminuir”, advirtió Bryan Comer, Director del Programa Marino del Consejo Internacional para el Transporte Limpio.
Doctor en Ciencias y Políticas Medioambientales por la Facultad de Ciencias Medioambientales y Silvicultura de la Universidad de Syracuse, Nueva York, Comer opina que en la reunión de julio, los Estados miembros de la OMI deberían aspirar a descarbonizar el transporte marítimo a más tardar en 2050 y acordar reducir las emisiones absolutas en al menos un tercio para 2030, con reducciones aún mayores para 2040, para situar al sector en una senda compatible con París. “Lo que importa para el clima son las emisiones acumuladas desde ahora hasta la fecha de cero emisiones”, enfatizó.