La Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) ha convocado una Audiencia Pública para impulsar que cese la suspensión de navegar esas aguas, impuesta por la Justicia Federal en marzo de 2011 en razón de los riesgos para la salud y el ambiente que implica hacerlo en un medio altamente contaminado.

El documento que fundamentaría la convocatoria no dice que se haya reducido la contaminación, como es conocido. En cambio argumenta las ventajas que podrían derivar de un hipotético turismo fluvial. Antolín Magallanes, funcionario designado para presidir la reunión, tampoco se refirió a la contaminación el viernes 6 del corriente al inaugurar la audiencia que continuará el próximo lunes 12.

Inconveniencia

La Academia Argentina de Ciencias del Ambiente considera totalmente inconveniente autorizar esa navegación en las actuales circunstancias por los riesgos que significaría para la salud de la población de la cuenca, así como para los pasajeros y tripulantes, porque tanto en las aguas superficiales como en los sedimentos, los medios de propulsión de las naves y eventualmente el efecto de las quillas en cauces de limitada profundad, reflotarían la contaminación existente desde hace décadas, que se sigue acumulando por la permisiva regulación de Acumar.

Vertidos cloacales en el Riachuelo. Imagen Acumar.

Esta materia fue analizada en dos oportunidad por la Universidad de Buenos Aires y también por la propia Acumar.

El 6 de abril de 2018 este último trabajo fue invocado por la apoderada de la Autoridad de la Cuenca ante el Juzgado Federal de Morón para fundamentar que la presencia de sedimentos altamente contaminados con metales pesados “es una clara indicación de que en las actuales circunstancias no resulta aconsejable la navegación del Matanza Riachuelo, ya que dicha actividad conllevaría la resuspensión de los sedimentos, con los contaminantes secuestrados en ellos, a la columna de agua”.

Sin estudios

Acumar no ha producido ningún estudio que muestre que esa situación ha cambiado y por el contrario el monitoreo que con severas falencias realiza, demuestra que la contaminación se mantiene.

En su fallo del 8 de julio de 2008, la Corte condenó a la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a mejorar la calidad de vida de la población de la Cuenca, recomponer las aguas, el aire y los suelos, y prevenir daños futuros con suficiente y razonable grado de predicción, y ordenó a Acumar, creada en 2006, cumplir el programa establecido en la sentencia.

En sus informes, la Autoridad de la Cuenca omite comparar la contaminación actual con la que existía en 2008. Sus presentaciones trimestrales en los cerca de 300 legajos que tramitan en el Juzgado Federal de Morón, se refieren al trimestre inmediato anterior sin recordar la situación en 2008.

Cambios cosméticos

Acumar ha hecho cambios cosméticos como el retiro de buques y cascos abandonados en las riberas, el parquizado de algunas barrancas de Avellaneda y la recolección incompleta se residuos que se descargan en la Cuenca y en basurales que surgen y reaparecen en el territorio, sin que se haya resuelto en debida forma el manejo racional de esos residuos sólidos urbanos.

El plan de viviendas ha procurado “soluciones habitacionales” para un 34% de los casos censados en 2010, sin que todas las soluciones tengan agua potable y cloacas ni calles de acceso, y sin considerar la dinámica que es propia de las familias a lo largo de 12 años.

Las licencias que la Autoridad de la Cuenca otorga para descargar contaminantes líquidos, industriales y orgánicos, es inaceptable en cualquier lugar del mundo y no aplica la “Guía para tratamiento de aguas para adecuación ambiental” que la misma Acumar produjo en colaboración con la Universidad Nacional de San Martín. Ese documento se hizo durante el mandato del actual presidente de Acumar. Estaba en la página www.acumar.gob.ar de donde lo baje a mi computadora, y donde lo conservo (se puede consultar aquí).

576 agentes contaminantes

A pesar de la gran liberalidad otorgada para volcar efluentes contaminados, Acumar identifica 576 “Agentes Contaminantes” cuyas descargas exceden los límites vigentes y los publica en su página.

Para modificar el estado actual de las aguas de la Cuenca Matanza Riachuelo se requiere de un cambio en el paradigma de regulación de la descarga de efluentes que evalúe las características de los procesos que generan esos efluentes y que se imponga cumplir con el tratamiento que se debe aplicar antes de descargar efluentes líquidos.


El autor es Presidente de la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente.
Imagen de portada: Academia Argentina de Ciencias del Ambiente.