El Gobierno presentó días atrás los alcances del programa Ventanilla Única del Comercio Exterior (VUCE) ante las entidades gremiales empresarias. Se trata del capítulo de modernización y digitalización de los procesos operativos que hacen a las exportaciones e importaciones argentinas.
“El proyecto VUCE es uno de los pocos proyectos donde participa en cada reunión el presidente (Mauricio) Macri”, dijo el ministro de Producción, Francisco Cabrera, confirmándole una vez más al sector privado la relevancia que tiene esta reorganización transversal de los procesos del Estado, cuyo objetivo es desburocratizar, centralizar y digitalizar los trámites del comercio exterior.
Por su parte, Andrés Ibarra, ministro de modernización, destacó que la VUCE es un “leading case” por las dificultades estructurales que debe vencer, y por el necesario diálogo con el sector privado. “Queremos tomar en cuenta sus problemáticas”, confesó.
“Buscamos una verdadera transformación del Estado. Es mucho el trabajo, y no se ve hasta que se termina”, destacó.
Cabrera e Ibarra compartieron el panel con el administrador federal de Ingresos Públicos, Alberto Abad, y el jefe de la División de Comercio e Inversión del Sector de Integración y Comercio del BID, Fabrizio Opertti, institución que financia varios de los proyectos de modernización del Estado, entre ellos el de VUCE y el ORA (operador de riesgo administrado) de la Aduana.
AFIP
Abad ponderó cómo la agenda internacional se incorporó a la agenda pública. Dijo que la VUCE responde a los preceptos que reclaman las organizaciones mundiales del Comercio y de Aduanas (OMC y OMA), plasmados en el Acuerdo de Facilitación del Comercio (AFC) recientemente ratificado por el Congreso.
Es tiempo, señaló, de una mayor “relación de las aduanas con las empresas, de las aduanas entre sí, y de análisis de riesgos compartidos”.
“La VUCE es estratégica para la Aduana/AFIP porque las plataformas digitales favorecen los tiempos, la transparencia y la trazabilidad”, indicó, tras invitar al sector privado a “comprometerse en explicitar sus necesidades, mejorar en la competitividad e invertir en innovación”.
“Dentro del módulo normativo, debemos adecuar el Código Aduanero a la realidad de los tiempos que corren”, manifestó Abad.
Por su parte, Opertti subrayó que con la ventanilla única que logran reducciones de “costos y tiempos de entre 30 y 40 por ciento”. “No es que la VUCE ayuda. Es determinante”, agregó.
Comercio
En tanto, el secretario de Comercio, Miguel Braun, recordó que entre 2011 y 2015 “5500 pymes dejaron de exportar y se perdieron US$ 20.000 millones de exportaciones y de mercados. Perdimos esas exportaciones por una política que priorizó la confrontación y el mundo también se cerró por eso”, indicó.
“Nuestros sueño es ser un país desarrollado”, sentenció el secretario de Comercio.
Las pymes, según el funcionario, están al tope de las prioridades y serán las principales beneficiadas de los logros de la VUCE, porque “no cuentan con un departamento de comercio exterior como una multinacional y es necesario que sea fácil para ellas exportar”.
Modernización
A su turno, Eduardo Martelli, secretario de Modernización Administrativa, acotó que su misión es llevar al Estado nacional lo que encaró durante 8 años en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires “donde hoy ya no hay trámites en papel”.
Y prometió: “En dos años ya no van a haber más expedientes en papel en la Aduana”.
Martelli encabeza la infantería de la modernización, desburocratización y digitalización del Estado. “Lo que encontramos es imposible, una máquina infernal de impedir”, graficó.
VUCE
En tanto, Santiago Douton, director ejecutivo del Proyecto VUCE, sintetizó los alcances del programa con el que se pretenden reducir “un 3,5% los costos del comercio exterior y un 50% los tiempos asociados”.
Tras destacar que se trata de un programa de “mejora continua” invocó la participación del sector privado: “Los necesitamos para priorizar. Ayúdennos a identificar las piedras en el zapato”.
La VUCE es un programa de 5 años. El primer punto es lograr, este año, que “el 100% de las intervenciones previas a la oficialización de importaciones y exportaciones que se hacen por formularios se hagan a distancia: sin gestores, sin papeles, sino vía web”, destacó. Una noticia que celebrarán las empresas del interior del país.
Asimismo, señaló que se trabajarán sobre las cadenas productivas. La de exportación de granos fue una de las primeras: “Son necesarios 17 pasos para exportar. Fuimos a ver cómo lo hacen nuestros competidores: Estados Unidos y Australia tienen 7 pasos”.
En los próximos 12 meses, otras cadenas testigo serán las del vino, la carne, la automotriz y la avícola, entre otras.
En un segundo año, se trabajará en el “portal transaccional” para terminar en el quinto año con una “interoperabilidad global” plena, estándares que otorguen “previsibilidad” que permitan saber “cuánto costará, cuánto tiempo tardará y qué trámites hay que hacer” para operar en comercio exterior.
Aduana
Por otra parte, Diego Dávila, contó los motivos de la creación de la Dirección Adjunta de Aduana, cargo que asumió hace poco más de un mes.
“La meta es acompañar a la Aduana en el proceso de facilitación del comercio. Es uno de los objetivos planteados por el presidente Mauricio Macri”, puntualizó.
Para Dávila, la palabra clave que será “flexibilización”: desde el Código Aduanero hasta ciertos “controles”. “No sólo vamos a digitalizar trámites, sino a eliminar varios”, apuntó.
“La despapelización es innegociable y la Aduana no va a ser la excepción”, agregó, y dio una de las mejores noticias para el sector privado de los últimos años: “Vamos a volver a generar el Consejo Consultivo (Aduanero) que estará liderado por un comité de legal y técnica y de facilitación”.
Facilitación
En la misma línea, Pablo Lavigne, director nacional de Facilitación del Comercio ilustró con una anécdota el “estado del Estado” que se encontraron.
“En (la Secretaría de Comercio) era increíble ver la cantidad de empresarios caminando por los pasillos”, una práctica justamente que se pretende eliminar con una VUCE plenamente operativa.
Lavigne sindicó a las pymes, y sobre todo a las del interior, como las principales beneficiarias de este programa transversal de modernización del Estado: “No puede ser que para importar una línea de producción o una fábrica llave en mano una empresa del interior tenga que venir a la Capital. Eso no es federal”, subrayó.
“Queremos facilitarles las cosas a las casi 8000 pymes exportadoras y 9000 pymes importadoras, que en 2016 sumaron 400.000 y 800.000 trámites para operar”, respectivamente.
Control Aduanero
Pablo Allievi, subdirector de Control Aduanero, sintetizó los alcances del programa “Operador de Riesgo Administrado”, que integra la VUCE, y diferenció las tres instancias del control aduanero: la gestión anticipada (basada en el riesgo), el control operativo (en tiempo real) y la fiscalización (para verificar el cumplimiento.
“Antes, el foco estaba en el control operativo. Ahora en quién está detrás de esa operación, y para eso la VUCE va a ser fundamental”, explicó.
Una pregunta sencilla que elevó a los equipos de Aduana ilustró también el “estado del arte”. “¿Tienen noción del impacto que tiene un canal de selectividad?”, preguntó. “No tenían ni idea”, dijo. El control se sustentaba en el “por las dudas, por si pasa algo”, concluyó.