En un mundo donde las corporaciones cotizan en Bolsa, mostrar conciencia ambiental, hace 20 años, era un atractivo innovador y un señuelo para los inversores.
Cambio climático mediante, ninguna corporación en la actualidad puede considerar una mera estrategia de marketing “decir” que son ambientalmente responsables. Tienen que demostrar acciones concretas, resultados medibles y estandarizados sobre cómo sus operaciones son sostenibles en materia ambiental, social y de gobernanza corporativa.
En la Argentina, el grupo ITL -International Trade Logistics, holding logístico del que forman parte Exolgan, Exologística y Logistics Platform Investments (LPI)-acaba de presentar el segundo reporte de sustentabilidad de Exolgan, la principal terminal de contenedores del país, siguiendo el modelo de la Global Reporting Initiative que nació motivada por las preocupación de ambientalistas e inversores por tras el catástrofe ambiental del Exxon Valdez, el buque tanque que encalló en 1989 y derramó 40 millones de litros de petróleo crudo frente a las costas de Estados Unidos.
ITL tiene entre sus accionistas a PSA International, de Singapur, y a Terminal Investment Limited (TIL), el brazo portuario de la naviera MSC).

Julián Pallanza
“ITL nació con un concepto de sustentabilidad, cuando la palabra sustentabilidad no era popular en el mundo de los negocios. Hace más de 15 años que venimos trabajando en este concepto de ser una empresa que satisface las necesidades de las generaciones actuales, los clientes y los stakeholders en general sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras”, destacó en diálogo con Trade News Julián Pallanza, director de Recursos Humanos, Seguridad, Sustentabilidad y Asuntos Corporativos del grupo.
¿Cuáles son los objetivos que se plantearon desde ITL en materia de sustentabilidad?
El primero y más relevante tiene que ver con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del aumento de las temperaturas promedio a nivel global. Tomamos como base el año 2019 y planteamos una reducción del 50% de las emisiones para el año 2030, para llegar al 70% de las emisiones reducidas en 2040 y alcanzar la “carbono neutralidad” para 2050.
Por supuesto que en la medida que la tecnología y la visibilidad del negocio en sí, en términos de contratos, lo permita, nuestra intención es adelantar y alcanzar esos targets que nos hemos fijado antes de tiempo.
Otro de los objetivos es la creación de conciencia en materia de sustentabilidad a nivel de todos los colaboradores de ITL para que se sumen en forma activa en todas las iniciativas que estamos llevando a cabo y que incluso tienen una fecha particular en septiembre, el Go Green, donde nos involucramos todos para apalancar el cumplimiento de los objetivos. Además, adoptamos la Agenda 2030 (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de Naciones Unidas a nuestra estrategia de negocios.
¿Qué hitos y logros destacan desde que iniciaron con el programa?
Es difícil hacer un resumen, son innumerables. Pero destacando lo ambiental, desde marzo pasado el 80% de toda la energía que consume el grupo ITL en todos sus negocios en la Argentina proviene de fuentes renovables. En no más de un año la idea es que el 20% de la energía restante también sea de fuentes renovables.
En lo que hace a Exolgan, encaramos un programa de recambio de los equipos diésel a otros híbridos, principalmente en las RTG. También incorporamos biodiésel tanto en RTG como en reachstackers, e incluso en camiones para movimientos interno. Estamos haciendo un testeo para en una segunda etapa incorporar este combustible alternativo a toda nuestra flota.
Por otro lado, estamos por suscribir un memorando de entendimiento con Y-Tec, la división de Investigación y Desarrollo de YPF Tecnología para evaluar la incorporación de hidrógeno como combustible para el movimiento y transporte de contenedores.
¿Todo esto forma parte de un plan de transición energética?
Si, lo tenemos elaborado y presentado a nuestros accionistas, con los próximos pasos en los próximos 5 años, en dos etapas, y nos aprobaron ya el 50% de reducción de emisiones planteado para el 2030 se alcanzaría mucho mucho mucho antes. Tenemos certificado además nuestro programa de adhesión a la agenda 2030 por parte de Cifal Unitar, así como también del programa de sostenibilidad global de puertos de Exolgan y de nuestro programa de responsabilidad social empresaria.
Ser una empresa sustentable, ¿es una decisión, una obligación o una necesidad?
Hace 15 años, cuando empezamos, era una decisión. No había ni obligación ni necesidad. Pero ahora, a nivel local, regional y global, el mercado está transitando un camino donde ser una empresa sustentable está virando a ser una necesidad. Más allá de las polémicas que puede haber respecto del tema de la sustentabilidad, en mi opinión profesional no tengo dudas que a medida que vayan pasando los años, no más de 10 años, va a terminar siendo una obligación, una filosofía de negocios que te va a dejar adentro o afuera de determinados mercados y de determinado segmento o target de clientes.
¿Y cómo respondés a quienes niegan la relevancia o urgencia del tema, argumentando que las medidas para reducir el impacto ambiental están más relacionadas con barreras de acceso a mercados?
Bueno, los ejemplos están a la vista me parece… El calentamiento global es algo innegable. Agosto fue el mes récord en temperaturas a nivel mundial… Por eso la agenda 2030 fijó como objetivo para ese año lograr una reducción de un grado y medio de temperatura promedio global para llevarla a los niveles previos a la Revolución Industrial.
Al margen, hay personas que argumentan en contra porque las inversiones o el tiempo que le puede demorar a determinados países, que tienen su matriz energética basada en quemar carbón o en energías no renovables, en esa reconversión es un esfuerzo gigantesco. Es una discusión ridícula. Estamos ante un problema del que no tenemos la dimensión de la gravedad que puede tener, pero las nuevas generaciones se imaginan conviviendo con una situación ambiental global que les puede afectar seriamente su calidad de vida, entonces siempre haciendo un resumen.
No es una barrera hoy, pero lo más probable es que se convierta en una barrera para entrar en un mercado a futuro. El compromiso a nivel mundial está asumido.
¿Cómo valora cada uno de los clientes del grupo las acciones emprendidas en materia de sustentabilidad? ¿Los posiciona como socios estratégicos?
La valoración es variable dependiendo del perfil de los clientes: algunos directamente no contratan servicios logísticos con empresas que no tengan políticas o planes en materia de sustentabilidad. En ese caso sos claramente un socio estratégico porque todavía el mercado no tiene tantas opciones de empresas que puedan acreditar un programa serio en materia de sustentabilidad.
Por otro lado, la sustentabilidad viene asociada con la rentabilidad. En materia logística, el sólo hecho de pensar en cadenas o en servicios más eficientes, que impliquen para los clientes la reducción de movimientos o el acortamiento de cadenas este de abastecimiento, hace que independientemente de las tecnologías que se usen, las emisiones sean menores.
¿Y cómo se pondera el balance entre inversión y ganancias cuando se habla de sustentabilidad?
La ciencia de la sustentabilidad ha crecido mucho en los últimos cinco años, con modelos específicos de análisis.
Hay un mito de que la sustentabilidad es cara, y no es cierto. En nuestra área de sustentabilidad usamos un modelo matemático (MACC, en inglés, o curva de costo marginal de abatimiento) que permite analizar el costo de una inversión sustentable, fundamentalmente las enfocadas en la reducción de emisión de gases, que te permite comparar la inversión que vos vas a realizar en materia de sustentabilidad para calcular, cuál es el costo que vas a tener por eliminar cada tonelada de gas, y lo compara contra el business as usual.
¿Podrías dar un ejemplo al respecto?
Cuando analizás la compra de un equipamiento híbrido, ponderás el costo de inversión del equipo versus cuántas toneladas de CO2 o de gases vas a reducir con ese equipamiento. Pero por otro lado analizas también si vas a tener algún ahorro de costos, por ejemplo, un equipamiento híbrido consume un 60% menos de gasoil y tiene una tecnología que hace que el motor diésel sólo se enciende para cargar las baterías del mismo equipo. Con el modelo matemático, la inversión para migrar a un equipamiento híbrido, te genera ahorros en consumo de combustible que repaga la inversión mucho antes de lo que lo hace la inversión en un equipo impulsado por combustibles fósiles.
En este caso, la MACC da un ratio positivo de costos. Por eso hay un mito de que invertir en sustentabilidad hace que tus operaciones sean más caras y esto no es así, pero por supuesto requiere un análisis de cada proyecto en particular. Es como todo, hace 5 años las opciones tecnológicas de equipamiento para el negocio logístico, como eran innovadoras y y estaban concentradas en pocos proveedores, tenían valores más elevados. Pero ahora, a medida que la sustentabilidad se instaló como política central entre los líderes, aparecieron más proveedores y los precios fueron a la baja. Hoy es más fácil encontrar este tipo de soluciones sustentables que, a la vez, son rentables.
Partiendo de la realidad argentina, ¿Cómo definirías al grupo logístico “ideal” en materia de sustentabilidad?
Es un grupo que tiene un programa público, transparente, con metas consistentes, y claras cuantificadas, a disposición de todos los stakeholders, con un plan de transición energética evaluado, definido y aprobado, y que pueda demostrar que está cumpliendo con ese plan. Y por último, un grupo que se adelante en materia regulatoria a los cambios que se están acelerando, donde todas las soluciones logísticas sustentables de su plan sean, además, sostenibles en el tiempo.