Los puertos brasileños operaron a la baja durante el primer semestre de 2019 y registraron una caída de 3,3% respecto del mismo período de 2018.

En total, movieron 513 millones de toneladas en el período bajo estudio, por debajo de las 530,5 millones de los primeros seis meses del año pasado.

Así surge del informe elaborado por la Gerencia de Estadísticas y Evaluación de Desempeño que funciona dentro de la Agencia Nacional de Transporte por Agua (Antaq).

La depresión operativa afectó más a las terminales privadas (-4%) –proporcionalmente las que más carga mueven (337 millones de toneladas)– que a las publicas (-1,8%), que cargaron y descargaron 176 millones de toneladas.

Débil desempeño

Según la Antaq, las cifras “reflejan el débil desempeño de la economía brasileña y la retracción de la economía mundial”.

De las 9 principales instalaciones portuarias brasileñas, 8 registraron caídas en los volúmenes. Entre los más importantes, se destacó la caída de Santos (-3,3%), Itaguaí (-11%), Paranaguá (-5.9%) y Río Grande (-3.9%). “Sólo la terminal fluvial de Angra dos Reis mostró una variación positiva de 11,4%”, explicó el organismo.

Los graneles sólidos (314,6 millones de toneladas) cayeron un 6,8%, mientras que el movimiento de carga contenedorizada aumentó un 3,7% (55 millones de toneladas) y la carga general un 2,7% (27,3 millones).

Mineral a la baja

Uno de los graneles estrella de la economía brasileña, el mineral de hierro, no logra despuntar y cayó un 8,9%: se embarcaron 16,5 millones de toneladas menos que en el primer semestre de 2018.

La soja, por su parte, cayó en porcentajes similares (-8%), con una reducción de 5,3 millones de toneladas respecto del período en cuestión.

Los que crecieron

No obstante, algunos productos registraron fuertes incrementos.

Por ejemplo el maíz, que con 9,2 millones de toneladas creció un 116,5% respecto del período anterior. A su vez, los combustibles (102,8 millones de toneladas) aumentaron en volumen un 4,2%, y otro tanto pasó con los fertilizantes (6,4%) y el hierro y acero (7,7%).

“La disminución en el manejo en el primer semestre de 2019 estuvo directamente motivada por la disminución en los envíos de mineral de hierro, que es el producto de mayor volumen operado. El volumen de mineral de hierro sólido ha estado enfrentando problemas desde el principio de la cadena de producción, debido a la interrupción de las represas y un período atípico de fuertes lluvias en la región norte del país”, explicaron desde Antaq.

“Por otro lado –continuaron– podemos destacar como un punto positivo el crecimiento en este período de manejo de carga en contenedores, alrededor del 3,5%”.

En términos de comercio exterior, las exportaciones cayeron un 6,5% al sumar 294,3 millones de toneladas. Asimismo, las importaciones crecieron un 1,2%, pero apenas alcanzaron las 71 millones de toneladas.