La Argentina cerró 2022 con un déficit acumulado con Brasil de US$2250 millones. Los datos surgen de la información preliminar del Ministerio de Economía de Brasil, relevados por Abeceb.

Desde la consultora explican que, con ese resultado, se revirtió la excepcional situación de 2019 y 2021 -años que presentaron superávit para nuestro país-, y se volvió al rojo bilateral habitual (la regla desde 2004).

Los analistas señalan que de todas formas, el déficit de 2022 aún se encuentra por debajo de los años anteriores (en 2004-2018), cuando promediaba los US$3500 millones anuales.

El rojo fue consecuencia de importaciones que crecieron muy por encima de las exportaciones: mientras que las compras totalizaron US$15.358 millones y crecieron un 29,3% i.a., las ventas llegaron a US$13.104 millones (+9,7% i.a.).

En diciembre, el saldo comercial bilateral presentó un pequeño superávit de US$4 millones como consecuencia de importaciones y exportaciones que alcanzaron los US$978 millones y US$981 millones, respectivamente.

¿Qué pasó en 2022?

El informe de Abeceb señala que las importaciones desde Brasil crecieron el año pasado 29,3% y alcanzaron los US$15.358 millones, mientras que las exportaciones hacia el país vecino aumentaron 9,7% i.a. (casi 20% menos que las importaciones), llegando a US$13.104 millones.

Los principales productos importados durante 2022 fueron los siguientes:

  • Los primeros dos lugares fueron ocupados por bienes de la industria automotriz: “Partes y accesorios para vehículos automotores” y “Vehículos de pasajeros”, cuyo valor importado alcanzó los US$1629 millones y US$1527 millones, respectivamente.

Ambos productos presentaron crecimientos en términos interanuales (43,2% el primero y 19,2% el segundo), y representaron poco más del 20% de las importaciones totales desde Brasil.

  • “Mineral de hierro y concentrados”. Este rubro llegó a US$537 milones, convirtiéndose en el tercer producto más importado desde Brasil en 2022 (aunque cabe destacar que cayó 17,6% i.a.). Su importación es importante ya que la Argentina no produce localmente mineral de hierro y este es un insumo necesario para la elaboración de tubos de acero sin costura en el país, así como para la industria automotriz.
  • El podio lo cierran las importaciones de “Papel y cartón” (US$483 millones), elementos clave para el embalaje nacional de productos alimenticios, y “Motores de pistón y sus partes” (US$442 millones). La importación de ambos ítems creció en relación con 2021 (33% y 53%, respectivamente).

Los principales productos que la Argentina vendió a Brasil durante 2022 fueron los siguientes:

  • Al igual que en el caso de las importaciones, los dos bienes más exportados fueron de la industria automotriz: “Vehículos a motor para el transporte de mercancías y usos especiales” y “Vehículos de pasajeros”, cuyo valor exportado alcanzó los US$2514 millones y US$2037 millones, respectivamente. Ambos productos crecieron en términos interanuales (7,4% el primero y 37,6% el segundo), y representaron poco más de un tercio de las ventas argentinas hacia Brasil.
  • En tercer lugar aparece la exportación de “Trigo y centeno, sin moler”, que llegó a los US$1607 millones (6,4% i.a.) y explicó el 12,3% de los envíos totales hacia el país vecino.
  • El podio lo cierran las exportaciones de “Motores de pistón y sus partes” (US$432 millones) y “Propano y butano licuados” (US$380 millones). La compra de ambos ítems creció en relación con 2021 (25,3% y 51%, respectivamente).

Lo que dejó diciembre

En el último mes de 2022, tanto las importaciones como las exportaciones cayeron en términos anuales. En detalle: las primeras disminuyeron un 14,1% i.a. (llegaron a US$978 millones), mientras que las segundas lo hicieron en un 20,5% (alcanzaron los US$981 millones).

En relación con las importaciones, cabe destacar que es la primera vez desde noviembre de 2019 que muestran una caída en términos anuales -excluyendo los atípicos 2020 y 2021-.

De esta manera, en diciembre se consolidó el proceso de desaceleración evidenciado desde hace unos meses (las importaciones pasaron de crecer 42,4% i.a. en promedio durante el período abril-septiembre, a 36,6% i.a. en octubre y +13,9% i.a. en noviembre, para luego caer en diciembre).

Los expertos dijeron que lo anterior se encuadra en un contexto de mayor ajuste del torniquete importador tras la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía (y fundamentalmente desde la implementación del SIRA hacia fines de octubre). Además de que un menor dinamismo de la actividad local habría contribuido a dicha merma en el volumen importado.

Por su parte, las exportaciones cayeron por tercer mes consecutivo, y profundizaron el ritmo de caída.

En detalle, luego de caer 4,1% i.a. en octubre -primera caída desde febrero desde este año-, lo hicieron en 7,8% i.a. durante noviembre y en un 20,5% en el último mes del año.

Qué esperar para 2023

El retorno de Lula a la presidencia de Brasil y la reunión bilateral con Alberto Fernández durante su primer día de mandato -así como la confirmación de un segundo encuentro hacia fines de enero en Buenos Aires- han incrementado las expectativas de un 2023 en el que podría profundizarse la relación bilateral con Brasil.

Los analistas de Abeceb explican que si bien es cierto que Lula buscaría una mayor integración regional en América del Sur y esto podría darle algún impulso adicional al comercio bilateral, hay que ser cautos en cuanto la posibilidad de que haya cambios sustanciales en el flujo comercial con el Brasil. ¿Por qué?

En primera instancia, existen algunos obstáculos de índole macro-institucional y estructurales. Entre ellos puede destacarse:

  • Falta de rumbo del Mercosur. No termina de erigirse como Zona Libre de Comercio ni como Unión Aduanera.
  • Escasos acuerdos más allá de lo estrictamente arancelarioen materia de servicios, inversión, normas técnicas y laborales, etc.
  • Doble cobro del Arancel Externo Común y su falta de revisión.
  • Volatilidad macroeconómica argentina y la incompatibilidad de políticas macro entre ambos países.
  • Ausencia de financiamiento para proyectos de integración regional.

Diferencias sectoriales

El informe de Abeceb agrega que además existen algunas dificultades a nivel sectorial que obstaculizan un avance más profundo en la relación bilateral. Entre ellos, destaca la concentración en sectores tradicionales que derivó en una consistente caída del flujo comercial entre ambos países; el mayor tamaño relativo de las empresas brasileras; diferencias en términos de regulaciones y barreras fitosanitarias; y la ausencia de fomento a nichos competitivos o con mayor necesidad de inversión (industria del software, biotecnología, energía, etc.).

En suma, si bien la predisposición de Lula en avanzar hacia una mayor integración regional podría dar cierto impulso al comercio bilateral -o traducirse en el avance de algunos temas pendientes como el uso de monedas locales para el comercio-, lo cierto es que no se esperan cambios sustanciales en la relación comercial con Brasil, concluyen los expertos de la consultora.


Imagen de portada: Gleidiçon Rodrigues en Pixabay