“Hay vida después de Buenos Aires”. La presidenta de la 11° Conferencia Ministerial de la OMC, Susana Malcorra, repitió la frase que pronunció en Marrakech.
Su explicación: que la reunión que empieza mañana en nuestro país “es un hito en un proceso de discusión y negociación continua en las múltiples cosas que tenemos entre manos”.
La sensación que quedó flotando en la sala de conferencias del Hotel Hilton: que no deben esperarse grandes avances al finalizar el encuentro de los 164 delegados del organismo multinacional.
“Es cierto que la Conferencia se da en un momento complejo, en el que hay ciertos cuestionamientos, pero eso redobla nuestro compromiso para trabajar en pos de consensos que nos permitan avanzar en algunas cuestiones”, dijo Malcorra.

El vocero de la OMC, Keith Rockwellel y el director general Roberto Azevêdo, con Malcorra. Foto: © WTO/ Cuika Foto
A su lado se ubicaron el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, y el vocero de la organización, Keith Rockwell.
Sistema fundamental
“Tenemos que lograr fortalecer nuestro compromiso con el sistema de comercio internacional de reglas que es para nosotros como Argentina, pero sobre todo como miembros del sistema, fundamental lograr, y por supuesto nuestro compromiso con la OMC”, agregó la ex canciller.
Luego Malcorra admitió que hay muchas tareas pendientes, muchos temas que llegan desde Ginebra que aún no tienen acuerdo y que tratarán de finalizar. “Las conclusiones pueden ser de dos tipos: decisiones o procesos, hojas de rutas que nos permitan tener un horizonte inmediato para resolver las cosas que aún no podamos acordar en Buenos Aires”, explicó.
Fue entonces cuando apeló a la frase de “hay vida después de Buenos Aires”.
Azevêdo comenzó enumerando los logros de la OMC en los últimos años y luego repasó la agenda de la cumbre.
El diplomático brasileño mencionó el Acuerdo de Facilitación (alcanzado en la 9° Conferencia Ministerial de Bali, hace cuatro años), que según los cálculos de la OMC podría reducir los costos del comercio en más de 14% y elevar el comercio mundial en aproximadamente 1 billón de dólares anuales.
También se refirió a la eliminación de los subsidios agrícolas a la exportación, medida acordada en la 10° Conferencia Ministerial, en Nairobi, hace dos años, cuando también se decidió eliminar aranceles sobre 201 productos de tecnología de la información con un valor comercial de US$ 1,3 billón anuales.
“La tentación hacia el proteccionismo está muy presente en la actualidad“, por eso son tan importantes las reglas de la OMC y la organización un sistema de solución de controversias que funciona como un elemento disuasorio de ese tipo de políticas, dijo Azevêdo antes de mencionar que “se llega a Buenos Aires en un momentum de alta inyección de energía”.
Mencionó que en la agenda de la 11° Conferencia Ministerial de la OMC figuran temas relacionados con subsidios a la pesca, agricultura, servicios, comercio electrónico, género, pymes y facilitación de inversiones, y aunque admitió que “hay grandes divergencias”, dijo que eso ocurre habitualmente en este tipo de encuentros.
“Cuanto más abiertos y flexibles seamos mayores son las posibilidades de éxito”, acotó a modo de consejo.