ASUNCIÓN, Paraguay.- La falta de un litoral marítimo impuesta por los límites geopolíticos fomentaron en el Paraguay un by-pass fluvial de clase mundial, con una flota mercante entre las tres más importantes del mundo, que complementan una estrategia fiscal demasiado tentadora para no radicarse allí: el triple 10% (lo que se paga de IVA, ganancias personales y ganancias corporativas) fue causa eficiente para la radicación de inversiones.
No obstante, la soberanía logística (y la eficiencia en costos) del Paraguay está condicionada a lo servicios de transbordo oceánico que le presten sus vecinos, Uruguay y Argentina, tanto en los puertos graneleros (Nueva Palmira y Rosario, respectivamente) como en los de contenedores (Montevideo y Buenos Aires).
Sólo en carga contenedorizada, Paraguay mueve alrededor de 200.000 TEU por año. Montevideo hizo de los servicios logísticos a terceros su fuerza de contrapeso a un mercado doméstico chico; Buenos Aires, en tanto, no se “dedicó” a esa carga mientras el comercio argentino fluyó.
Con la política kirchnerista, la complicación para la carga (y flota de bandera) paraguaya fue demasiada, y Montevideo capitalizó la situación. No obstante, en el último tiempo, el puerto uruguayo se hizo muy caro para los vecinos mediterráneos, y algunas cuestiones gremiales obligaron al Paraguay a centrar su vista en Buenos Aires nuevamente.
“Totalmente diferente”
“Desde marzo de 2016 el nivel de diálogo con la Argentina es totalmente diferente. En noviembre de 2017 tuvimos problemas en Montevideo y la respuesta de Mórtola (Gonzalo, interventor de la AGP) fue inmediata, y lo mismo pasó con las nuevas autoridades de Aduana (Diego Dávila). Ahora queremos profundizar la relación, y apuntamos a más“, indicó a Trade News el empresario Juan Carlos Muñoz Menna, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay e integrante del comité ejecutivo de la Unión Industrial Paraguaya (UIP).
Muñoz Menna organizó una misión oficial de la AGP al Paraguay y coordinó una agenda de entrevistas con autoridades de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), la Prefectura General Naval, el Ministerio de Relaciones Exteriores, legisladores e integrantes del gabinete del presidente electo Mario Abdo, que incluyó, además, visitas a los principales puertos paraguayos.

El interventor de la AGP, Gonzalo Mórtola, junto con el presidente de la ANNP, Héctor Duarte Chávez y el presidente de Cafym, Juan Carlos Muñoz Menna
“Hablamos de tener una dársena especializada para buques fluviales (en el puerto de Buenos Aires) que pueda atender la carga de mineral de hierro, soja y contenedores. El sistema de bajada movió 21,3 millone de toneladas en 2017 pero las proyecciones para 2030 muestran que el volumen puede casi triplicarse hasta los 56 millones. Son 12 años, necesitamos la infraestructura portuaria”, indicó Muñoz Menna, durante la entrevista con Mórtola y Héctor Duarte Chávez, presidente de la ANNP.
Mórtola mostró las cifras del gran regreso paraguayo al puerto de Buenos Aires. “En el primer cuatrimestre de 2018 creció un 607% el volumen del cabotaje hidroviario: fueron 15.624 TEU respecto de los 2573 operados en 2017. Sólo en el primer mes de este año movimos más que en todo 2017; y en lo que va de 2018 superamos todo lo operado en 2016 y 2017 en conjunto”, sintetizó ante las autoridades paraguayas.
En relación con la dársena dedicada, Mórtola aseguró que se están analizando distintas propuestas. “Tenemos tres zonas primarias en el puerto (dijo en relación con el criterio diferenciado que se aplica en cada terminal), y estamos trabajando firmemente con la Aduana en esto. Además, tenemos el tren para realizar el tránsito interno y evaluamos también un corredor franco“, indicó, para conectar la dársena dedicada al cabotaje hidroviario con los muelles que operan el transbordo oceánico.
Pendientes
Uno de los empresarios paraguayos que participó de la agenda, Roberto Gunther, de la naviera Copanu, planteó reclamos en cuanto al costo “elevado” de los remolques y amarres en Buenos Aires que, sumado a las demoras, encarecen la operación. Asimismo, Gunther también retomó un reclamo histórico respecto a la necesidad de embarcar prácticos argentinos en buques paraguayos y las “inspecciones” extraordinarias de la Prefectura argentina, que genera retenciones de hasta 20 días en algunas ocasiones.
Esteban dos Santos, de la naviera Navemar, destacó el “crecimiento en cantidad, dimensión y calidad” de la flota paraguaya en los últimos 10 años. “La flota pasó de ser chatas de 50 metros de eslora por 10 de manga para 150 TEU a una con embarcaciones de 500 TEU, que en un viaje mueven 1000 TEU entre exportaciones e importaciones. Esto hace que la operación sea compleja porque bajamos con exportaciones y tenemos que tomar contenedores de distintas terminales: es un bus de removidos”, calificó.
“Queremos un Buenos Aires más eficiente y con menos costos. Las esperas son costosas“, agregó.
Mórtola tomó nota del planteo, y reconoció el trabajo que viene realizando Miguel Ángel Álvarez, participante de la delegación argentina como presidente de la Cámara Santafesina de la Industria Naval (Casin) y uno de los principales impulsores de la Zona Franca Santafesina, concesionada a PTP Group. Álvarez, de estrechos lazos con armadores paraguayos, e intenta transformar a la zona franca y a la provincia de Santa Fe como un nuevo polo de interés naval para brindar servicios a la flota paraguaya.

Muñoz Menna, el canciller saliente Eladio Loizaga, Mórtola y el embajador argentino Héctor Lostri
“Miguel insiste seguido esta problemática”, bromeó Mórtola ante los armadores y autoridades de la Prefectura paraguaya, tras añadir: “Uno de nuestros primeros objetivos era lograr que vuelvan las barcazas paraguayas y sacar el escaneo absurdo que se venía haciendo. Queda mucho por mejorar, como lograr una dársena dedicada y trabajar codo a codo con quienes le prestan servicios a la flota paraguaya en materia de tarifas. Se terminó la etapa autoritaria en el puerto. Es un mandato de (el presidente Mauricio) Marci y (el ministro de Transporte Guillermo) Dietrich facilitar el comercio”, puntualizó.
Batalla en tierra
Luego, junto con el embajador argentino en Paraguay, Héctor Lostri (a quien Mórtola conoce por su gestión como viceministro de Desarrollo Urbano cuando trabajaba de la Ciudad de Buenos Aires), brindó una conferencia de prensa donde reafirmó “el trabajo firme con la Aduana argentina” para dedicar una dársena a los transbordos paraguayos “y generar un corredor franco que abarate los costos, porque la batalla logística se gana en la tierra”.
“El presidente Muñoz (en alusión al titular de Cafym) les hizo mucha propaganda”, saludó el futuro canciller paraguayo Luis Castiglioni a la delegación de la AGP. “Queremos una autopista húmeda“, le planteó a Mórtola. “Debemos sacar las burocracias absurdas e inútiles, reformar la institucionalidad y retomar el manejo profesional“, expresó Castiglioni, tras destacar: Debemos ser más eficientes, e impactar en la vida de la gente”.

Los empresarios dos Santos y Gunther (padre e hijo) con Mórtola, sobre el muelle de la terminal Terport, en plena construcción
La comitiva de la AGP visitó luego las instalaciones del puerto público de graneles de Villeta, que es operado por la empresa argentina PTP Group, y más tarde conoció el emprendimiento portuario Terport, una terminal de última generación para barcazas de la sociedad integrada por las navieras Copanu y Navemar.
Terport podrá operar dos buques feeders (de 130 metros de eslora, más 40 metros del remolcador) en simultáneo y en sus 19 hectáreas tendrá una capacidad operativa de 7000 TEU. La terminal se completará por fases, y una vez terminada contará con 4 grúas móviles de 38 metros de altura y hasta 600 enchufes para contenedores reefer.
“Será una terminal totalmente eléctrica y automatizada, diseñada y optimizada para operar con contenedores“, explicó a Mórtola el gerente de Operaciones Bernd Gunther. El diseño de la terminal estuvo a cargo de Hamburg Port Consulting, que en la Argentina participó en proyectos con la terminal Exolgan.
Con una inversión de US$ 35 millones, 100% privada, Terport se prepara para sostener el crecimiento del comercio exterior paraguayo. “Paraguay crece al 4,5% en los últimos 18 años, y el movimiento en TEU crece entre el 5 y el 7 por ciento por cada punto de crecimiento del PBI”, apuntó dos Santos, quien manifestó la intención de transformar a la terminal como centro concentrador de la carga boliviana y del Mato Grosso do Sul.