Desde inicios de 2018, las disputas arancelarias entre las principales economías del mundo sumaron incertidumbre al sistema multilateral de comercio, debilitando su funcionamiento.
Durante el año pasado, Estados Unidos aplicó un conjunto de medidas arancelarias a distintos productos (paneles solares chinos, acero y aluminio), que generaron represalias de los principales socios comerciales.
China respondió con aranceles a la importación de soja estadounidense, mientras que la Unión Europea, México y Canadá también aplicaron medidas de retaliación.
Disputa
Subyace a esta escalada proteccionista una disputa por el liderazgo global, con decisiones unilaterales por parte de los Estados Unidos, de un lado, y el ascenso de China de otro.
En este contexto, los líderes del G20, reunidos en Buenos Aires en diciembre pasado, incluyeron en la Declaración oficial la necesidad de reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para mejorar su funcionamiento.
La Unión Europea presentó propuestas concretas . Asimismo, expertos latinoamericanos señalaron la necesidad de adecuarla a la nueva realidad del comercio mundial.
Por su parte, el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, se pronunció a favor de una reforma que podría disipar las tensiones comerciales, resolver el funcionamiento del Órgano de Apelación, mejorar el monitoreo y la transparencia del sistema y acelerar los procesos de negociación, tanto en las que todavía no han concluido como en aquellas que han sido lanzadas más recientemente.
En este sentido, Azevêdo señaló la necesidad de que la OMC sea más flexible y responda rápidamente a las necesidades de los miembros.
Multilateralismo en riesgo
En definitiva, lo que está en juego es si se logra mantener un sistema multilateral de comercio basado en reglas, o bien si los conflictos comerciales se resolverán por la ley del más fuerte.
Aún con sus fallas y el estancamiento derivado en parte de la toma de decisiones por consenso, la OMC ha contribuido a un sistema de comercio libre y abierto. En este sentido, la vía de la cooperación multilateral coordinada es la más apropiada para las economías de menor tamaño y peso relativo en la economía global.
Lo que finalmente ocurra con la OMC dependerá del consenso, las acciones y el compromiso que logren los 164 países miembros.