El domingo pasado comenzó a operar la terminal de última generación Terport, ubicada en Villeta, Paraguay, que aportará una capacidad adicional sustantiva al movimiento de contenedores del comercio exterior del país vecino: en la primera fase del proyecto, su oferta puede atender hasta 95.000 TEU; la operación global del Paraguay en contenedores asciende a los 200.000 TEU anuales.
Luego de 3 años de desarrollo y una construcción que demandó una inversión cercana a los US$ 40 millones, hoy quedó finalmente inaugurada la terminal de contenedores con un acto encabezado por el presidente Mario Abdo y parte de su gabinete.
Terport es una sociedad integrada en partes iguales por dos compañías que compiten en el tráfico fluvial de la hidrovía Paraná-Paraguay: Compañía Marítima Paraguaya y Grupo Navemar.
En diálogo con Trade News, uno de los directores de Terport, Esteban Dos Santos, sintetizó las ventajas comparativas que tiene la flamante terminal: “Sin dudas es la ubicación estratégica que tiene, al sur de los pasos más críticos para la navegación en el río Paraguay, como son Itá-Pirú y Guyrati, que impide la llegada de embarcaciones a los puertos de Asunción en épocas de bajantes extrema del río”.
La ubicación garantiza “que las embarcaciones puedan navegar los 365 días del año”, indicó Dos Santos, tras explicar además que “se ahorran al menos un día de subida y otro de bajada” en la navegación.
Diseño
La terminal tendrá una dedicación exclusiva a los contenedores, y absorberá toda la operación que el grupo mantenía en la terminal San Antonio (que quedará dedicada al movimiento de vehículos, bobinas de acero, carga proyecto y depósitos), más al norte del río. “Está pensada para en simultáneo dos embarcaciones de más de 550 TEU, que son las más grandes que atienden el tráfico en la hidrovía” por el río Paraguay. Por caso, Navemar opera una flota que entre remolcadores y barcazas suman 135 metros de eslora y una manga de 30 metros.
Cada uno de los dos sitios de atraque cuenta con una grúa con una productividad de 40 movimientos por hora, en tanto que la plazoleta es operada por dos RTG. “Esto es en la primera etapa, que podremos atender hasta 95.000 TEU. En una segunda etapa, cada sitio sumará una grúa adicional y se agregará otras dos RTG”, amplió, de manera que el muelle, de 200 metros (con dos dolphin a 25 metros de las cabeceras norte y sur), opere con 4 grúas fijas.
Terport ocupa 20 hectáreas en una propiedad de 170. Para la fracción de 150 hectáreas está planificado un desarrollo que incluirá depósitos de contenedores vacíos y un parque logísticos. “Todo está pensado para brindarles servicios de almacenamiento y consolidado a las cargas”, apuntó Dos Santos.
Proyección
En Paraguay los puertos no se concesionan, sino que existe una ley que le permite a los operadores privados presentar su iniciativa. Terport invirtió 16 millones de capital propio de los accionistas y tomó un crédito privado por 24 millones de dólares, a 7 años y a una tasa de 7,5%. Las inversiones fuertes no sólo fueron en maquinaria, sino también en accesos, garantías de seguridad para las cargas (con más de 180 cámaras) y el software Navis para operar la terminal. El tiempo de repago estimado se ubica en torno a los 10 años.
Cuando el proyecto comenzó a tomar forma, Paraguay crecía a una tasa impresionante del 14% anual. Pero el comienzo de las obras coincidió con un resentimiento envidiable de su despliegue económico. La desaceleración comenzó en 2016 y en 2017 los números cerraron con un crecimiento del 5%. “Paraguay se está recuperando ahora y la culminación de la obra coincide con el inicio de una curva de crecimiento económico”, apuntó Dos Santos.
Terport oficiará de pulmón logístico a una ocupación de muelle del 78% que registró la terminal de San Antonio en los últimos 3 meses. La terminal –que no tiene exclusividad operativa con las navieras de los accionistas, sino que está abierta a todo el sistema armatorial paraguayo– tiene asegurado prácticamente un 60% de ocupación de muelle desde el inicio de sus operaciones.