La pandemia de Covid-19 nos mostró lo vulnerables que son nuestras cadenas de suministro mundiales, una vulnerabilidad que sólo ha aumentado con las turbulentas relaciones internacionales y la guerra entre Rusia y Ucrania.

La globalización ha estado a la vanguardia de las cadenas de suministro mundiales durante años por muchas buenas razones, pero a pesar de los beneficios que ha ofrecido, también ha creado un sistema plagado de posibles eslabones frágiles. Como hemos visto, un solo accidente en Egipto podría interrumpir la cadena de suministro mundial durante meses.

Necesitamos una solución más sólida, y la regionalización y el omnishoring (se refiere a ampliar la producción y/o abastecimiento a múltiples mercados) ofrecen dos.

Con el potencial que ofrecen para aumentar la velocidad de los envíos, reducir las emisiones, minimizar las interrupciones debidas a los husos horarios y reducir los costes de transporte, la regionalización y el omnishoring (a diferencia del nearshoring, que promueve la relocalización de la producción en sitios cercanos al país) son muy prometedores.

Pero estos modelos no son iniciativas inmediatas, las empresas deben estar dispuestas a invertir en estos proyectos a largo plazo para cosechar todos los frutos de unas cadenas de suministro fuertes y resistentes.

Largo plazo

La regionalización y el omnishoring siguen presentando ventajas como la minimización de los riesgos de alteraciones, la disminución de las emisiones medioambientales y la reducción de los costes de transporte de los productos finales.

Tim Robertson, CEO DHL Global Forwarding para Américas. Imagen: DHL

Además, América del Norte (uno de los mayores mercados de productos de consumo final y una región donde la demanda de los consumidores es cada vez mayor) cuenta con un acuerdo de libre comercio, que elimina la incertidumbre de los aranceles y ofrece soluciones logísticas más sencillas para la región.

Muchas organizaciones han expandido sus fábricas a México en un intento de crear una cadena de suministro regional y disminuir el tiempo y los costes de transporte, además de reducir los impuestos de importación.

Ya estamos viendo un aumento en la relación comercial entre EE.UU. y México. La proximidad entre estas dos naciones es parte del motivo. Los 3000 km de frontera y las similitudes culturales entre los países también hacen que los procesos sean más eficientes.

El omnishoring no sólo ayuda a los países de fabricación de productos finales, como Estados Unidos, que tiene la mayor economía del mundo, sino a todos los países implicados en la nueva cadena de suministro localizada. Se prevé que los países centroamericanos, entre ellos México, ganen miles de millones y aumenten sus índices de empleo.

Ventajas para la logística

El omnishoring también tiene muchas ventajas para la industria logística.

Trasladar actividades a un país vecino puede suponer menores costes de mano de obra, menos impuestos, menor consumo de energía y menores costes de terreno, entre otros. Las industrias del automóvil, mobiliario, maquinaria y electrodomésticos ya se están inclinando por el omnishoring en busca de estos beneficios, por lo que ahora suponen una mayor demanda de terrenos.

Cómo se pone en marcha

Hay varias cosas que deben tenerse en cuenta al adoptar el omnishoring y la regionalización.

En primer lugar, se trata de un esfuerzo global que empezará a tomar forma con el tiempo, porque romper el ciclo de la externalización y la deslocalización no es asunto fácil. Las empresas necesitarán un plan de acción sólido y una idea clara de su mercado objetivo y de las posibilidades de reubicación.

En segundo lugar, los países a los que se trasladarán las fábricas deben ser conscientes de las inversiones económicas que tendrán que hacer para preparar las áreas para el nuevo desarrollo.

Las empresas, por su parte, deben estar preparadas para formar al personal de la nueva región. Será necesaria una comunicación constante entre los nuevos integrantes de la cadena de suministro para garantizar transiciones armoniosas.

El omnishoring y la regionalización han demostrado ser una solución estratégica y rentable para las empresas que quieren prosperar en un mundo globalizado. Al aprovechar las ventajas de la proximidad y la adaptación cultural, las empresas pueden optimizar sus operaciones y fomentar el éxito a largo plazo en un panorama cada vez más competitivo.

A medida que las empresas sigan adaptándose a la dinámica cambiante del mercado, el omnishoring y la regionalización desempeñarán un papel fundamental en sus estrategias de crecimiento y expansión.


El autor es CEO de DHL Global Forwarding para Américas