La preservación de la seguridad y el cuidado del medio ambiente, como objetivos mandatorios del desarrollo profesional, fueron los ejes del “10° Foro Latinoamericano de Prácticos”, realizado la semana última en Montevideo.

En estos foros, los prácticos de la región realizan una puesta en común de los principales problemas, desafíos y sugerencias de mejora para elevar a las autoridades de IMPA, la Asociación Internacional de Pilotos Marítimos, y así llegar a la Organización Marítima Internacional (OMI).

Pero también son oportunidades para que cada país plantee sus principales problemas para así elevarlos a las autoridades, con el respaldo de la organización internacional. Así sucedió con el caso argentino, que hace tiempo plantea la necesidad de limitar la responsabilidad civil de los prácticos. El foro recepcionó el planteo y decidió crear una comisión específica de análisis de legislación comparada para realizar un informe al respecto.

Funcionarios y diputados

En esta ocasión, a diferencia del foro realizado en 2017 en Buenos Aires -en pleno conflicto del sector con las autoridades- además de distintos miembros del consejo ejecutivo de IMPA, estuvieron presentes diputados y funcionarios de Uruguay, y representantes legislativos de Brasil también.

Ante ellos se planteó la preocupación del practicaje ante la sostenida presión de determinados grupos económicos y armatoriales por llevar la competencia de los profesionales a un ámbito donde la seguridad pasa a un segundo plano, o incluso a estar en riesgo.

Doble discurso

“Hay un doble discurso, paradójicamente, porque por una parte se busca contar cada vez con más embarcaciones amigables con el medio ambiente, pero por el otro lado se busca vulnerar este objetivo, persiguiendo una supuesta reducción de costos que en el práctica quedó demostrado que no se da”, indicaron prácticos que participaron del foro.

Recordaron que este tipo de prácticas derivaron en catástrofes como la del Exxon Valdez, que implicó un costo total de US$ 5000 millones y daños de tal magnitud al ecosistema que todavía no pudo recuperarse.

Además, los prácticos de la región manifestaron sus reparos vinculados con la seguridad en los medios de embarque a los buques y los diferentes dispositivos de recte y asistencia en caso de hombre al agua.

Lanchas 

Otro tema recurrente que volvió a estar en agenda fueron las características de las lanchas de prácticos y la importancia que conlleva que estos profesionales mantengan la propiedad de las mismas. 

A propósito, enumeraron los siniestros ocurridos con lanchas de terceros “por ser inadecuadas para el servicio”. En Uruguay, por caso, este tipo de situaciones llevaron a la muerte de cinco profesionales. 

Asimismo, la limitación de la responsabilidad civil de los prácticos volvió a acaparar la atención del debate.

“Se citó el caso argentino, que fue recibido con beneplácito por la comunidad latinoamericana. Se redactó un informe final y se decidió conformar un grupo de trabajo para tratar de buscar en la legislación comparada elementos que puedan ser llevados a consideración frente a las autoridades de los diferentes países”, ampliaron fuentes consultadas.

Conclusiones

Tomaron nota de la situación local y regional el presidente del comité ejecutivo de IMPA, Simon Pelletier; el secretario general, Nick Cutemore; el vicepresidente senior, Jean Phillipe Casanovas, y los vicepresidentes de América Latina y demás miembros del consejo ejecutivo, en representación de profesionales de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Francia. 

Entre las conclusiones del foro se remarcó la “Doctrina IMPA”, contraria a la competencia entre los prácticos y favorable a una regulación por parte del Estado en cuanto a la necesidad de contar con un número limitado de prácticos por zona para favorecer el máximo de conocimiento y acumular así la mayor experiencia y habilidad de maniobras.

Tal como sucede en otras profesiones que comparten responsabilidades similares, el foro subrayó la necesidad de contar con turnos rotativos obligatorios para la asignación de maniobras y pilotaje y para mantener la actualización de los prácticos.

A su vez, fue voluntad ratificada por los prácticos de la región que se mantenga la profesión bajo los parámetros de un “servicio de interés público” donde específicamente se deje constancia que la seguridad no puede bajo ninguna circunstancia verse comprometida por los parámetros que motivan la competitividad de las empresas y las fuerzas del mercado.

Automatización en los buques

La automatización no fue una cuestión ignorada. De hecho, en buques más modernos, es cada vez más común encontrar máquinas controladas por computadoras.

Los prácticos señalaron la necesidad de que se pueda “anular el automatismo” toda vez que pueda ser un obstáculo a la navegación segura del buque, principal máxima del trabajo de los prácticos.

Por último, se mostraron en favor de desarrollar una aplicación que permita el intercambio rápido de información respecto del estado y deficiencias de los buques que navegan en la región y en tráficos compartidos.