Por su nivel de responsabilidad en la navegación y en el comando de buques, los prácticos elevaron su nivel de alerta y transmitieron su preocupación ante la bajante pronunciada del río Paraná.

El capitán Daniel Arce, presidente en ejercicio de la Cámara de Actividades de Pilotaje y Practicaje, advirtió que la situación “no es normal y es grave porque los buques están tocando” fondo.

“Estamos pidiendo o bien que se limiten los calados (de los buques cargados al zarpar) o que se aumente el margen de seguridad porque, más allá de las varaduras registradas, hay un montón de toques de fondo y veril en varios lugares, y estos hechos no se denuncian: somos los prácticos que les advertimos al resto de los colegas para que tengan precaución”, indicó ante una consulta de Trade News. 

Calado estático y dinámico

Arce manifestó que los márgenes de seguridad actuales “son escuetos” porque se toma el calado estático, es decir, “el que se registra en puerto”.

“Cuando un buque navega, y toma velocidad, se hunde por la fricción con la superficie del agua y comienza a tomar más calado (efecto sqwat). Esto provoca que haya que disminuir la velocidad, o ir a la mínima. Y cuando se navega con un monstruo con apenas 5 centímetros de distancia de un fondo con ondulaciones, las varaduras son más probables”, explicó.

El práctico recordó que Hidrovía SA tiene un contrato para mantener un canal a una profundidad de 10,36 metros. “Pero los barcos salen cargados a 10,50”, advirtió.

Planteo al Gobierno

Esta situación motivó una carta remitida al subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, Mariano Saul, debido a la “bajante extraordinaria” que se registra en el Paraná.

Tras recordarle las sucesivas varaduras producto de la bajante del río, las “innumerables demoras” y los costos asociados por tener que recurrir a remolcadores para hacer zafar a los buques, la Cámara indicó que la situación “no es un buen antecedente para la consideración internacional de la vía navegable”.

“Nos encontramos en la actualidad con muchas denuncias de los profesionales indicando que en determinados sectores del río están sintiendo el efecto del fondo, en otros están tocando, y en algunos casos los barcos han reducido notablemente su velocidad con el probable riesgo de una nueva varadura, habiéndose producido todos estos acaecimientos mientras navegaban por el canal oficial o vía troncal de navegación”, manifestaron los prácticos.

Alta probabilidad

“Entendemos que todos estos inconvenientes son consecuencia de esta bajante extraordinaria y también somos conscientes que existe un grado de probabilidad muy alto de que se produzcan nuevos acaecimientos a la navegación”, ampliaron.

“Por lo expuesto –concluyeron– sugerimos que hasta tanto no se revierta esta situación se deberían disminuir los calados o aumentar los márgenes de seguridad reglamentarios teniendo en cuenta las características dinámicas de la navegación, sin afectar a los buques cuya carga haya finalizado antes de que se adopte una medida de esta naturaleza”.