Con una ceremonia encabezada por el presidente Mauricio Macri, TMH Argentina, filial del grupo industrial ruso Transmashholding (TMH), concretó la reapertura formal de los históricos Talleres Ferroviarios Mechita, ubicados en Bragado, provincia de Buenos Aires.
A través de un convenio suscripto el 20 de diciembre pasado, el Ministerio de Transporte de la Nación le concedió a TMH Argentina el uso precario y por tres años de los Talleres Mechita, con el propósito de modernizarlos y reabrirlos.
Tras algunos meses de trabajo y una inversión que rondó los 3 millones de dólares, el taller que había sido desactivado en 2011 reabrió sus puertas el 11 de mayo.
En el predio –que tiene 21 hectáreas y cuenta con 18 ingresos de vía para reparar locomotoras y vagones, reacondicionamiento integral, fabricación de material rodante e instalación de plantas de fabricación de repuestos- se habían acumulado alrededor de 500 toneladas de chatarra, entre durmientes, boggies, plataformas y ejes en desuso, incluso autos abandonados, según un comunicado del Ministerio de Transporte.

Vista de los Talleres de Mechita, en Bragado, antes de la recuperación que llevó adelante de TMH

Vista de los Talleres de Mechita, tras la recuperación que hizo TMH Argentina
Trenes Argentinos Infraestructura –que dependiente de Transporte-, clasificó y seleccionó esos materiales que luego se vendieron a través de un novedoso sistema de subasta online, lo que permitió recaudar un millón y medio de pesos.
Macri llegó al sitio en un vagón de madera, de 1905, perteneciente al ex Presidente Manuel Quintana. El mandatario estuvo acompañado por la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y los intendentes de Bragado, Vicente Gatica, y de Alberti, Germán Lago. El presidente de la empresa rusa, Andrei Bokarev, y el CEO internacional de TMH, Kirill Lipa, viajaron especialmente para la ceremonia en la que estuvo el gerente general de la filial argentina de TMH, Franco Comparato, entre otros.
“En este taller se harán cosas que le van a cambiar la vida a cientos de miles de argentinos cuando se arregle una pieza o se ponga en marcha un tren. Este es el camino, no el del Estado que se olvidó del ferrocarril”, dijo Macri.
Promesa de más inversiones
Bokarev le transmitió al jefe de Estado el compromiso del conglomerado que dirige (TMH es el principal proveedor de trenes de los ferrocarriles rusos y de los subterráneos de las grandes ciudades del país, y desde hace más de cinco años, el mayor actor mundial en el mantenimiento de locomotoras de carga –hoy tiene bajo su responsabilidad el servicio de una flota de 15.000 locomotoras) de ejecutar un plan de inversión de 170 millones de euros a medida que avancen las licitaciones del gobierno nacional tendientes a modernizar el sistema ferroviario.
En declaraciones a la agencia Sputnik, el embajador ruso en la Argentina, Viktor Koronelli, explicó a que la concreción del proyecto anunciado en 2017 y confirmado durante la visita de Macri a Moscú en enero de 2018, “es sólo el primer paso” para que TMH pueda ampliar su presencia en la Argentina.
De hecho, el grupo ganó el mes pasado la licitación para reparar el material rodante de origen chino que compró el Estado para la línea San Martín. Con una oferta de US$29,7 millones se comprometió a reparar en dos años 24 locomotoras diésel y 160 vagones, trabajos que se harán en Retiro y en los ahora flamantes talleres Mechita.

El presidente de TMH, Andrei Bokarev, saluda al presidente Mauricio Macri, durante la ceremonia de reapertura de los talleres ferroviarios en Bragado
Entonces, en una entrevista que le realizó Sputnik, Comparato explicó que se trataba de una muy buena manera de comenzar y mostrar el potencial de la empresa que busca convertirse “en un jugador industrial, no sólo de exportación sino de fabricación, mantenimiento e integración de la producción local”, estrategia con la que los rusos buscan diferenciarse de China, tal como en su momento dijo Thibault Desteract, vicepresidente internacional de TMH, a Trade News.
“TMH se destaca de otros competidores por ser un inversor industrial en los países donde se instala. No focaliza sus negocios únicamente en la exportación de productos ferroviarios, sino en el desarrollo de servicios locales para los operadores ferroviarios, desarrollando e integrando proveedores locales”, enfatizan los integrantes del grupo.
“A partir de tener una presencia física industrial empezamos a participar en los procesos de licitación y ofrecer nuestros servicios a los operadores privados”, destacó el CEO de TMH Argentina.
“La reactivación de estos históricos talleres de Mechita forman parte de la renovación más importante que estamos llevando adelante en materia ferroviaria para impulsar el desarrollo económico del país. La transformación de este predio abandonado vuelve a traer trabajo y actividad a la localidad, y es fruto de inversiones que vinieron y que le cambiaron la vida a mucha gente. Seguimos apostando a los trenes, motor de crecimiento y desarrollo de los argentinos, y a un transporte público de calidad”, sostuvo Dietrich.
Los principales trabajos de puesta en valor de los talleres incluyeron desmalezado, refacción de galpones, cobertizos y depósitos e instalación de alambrados, instalaciones eléctricas y de agua, más el acondicionamiento de los espacios para las oficinas.
Pero además del reequipamiento y refuncionalización de Mechita, TMH Argentina incorporó a su planta a todos los empleados asignados en los talleres -hasta entonces cerrados- que manifestaron su interés en sumarse a este nuevo desafío, creando empleos de calidad con una sólida y continua capacitación, indicó la compañía mediante un comunicado.
Un poco de historia
El Taller Ferroviario de Mechita tiene más de 100 años de historia. En 1904 el Ferrocarril Oeste de Buenos Aires (actual línea Sarmiento) decidió construir talleres ferroviarios para que atendieran los trenes que usarían la entonces nueva prolongación de las vías desde Chivilcoy hasta Bragado.
Además de los talleres, se edificó un depósito de locomotoras y una playa de maniobras para el armado y desarmado de los trenes, predios que son hoy parte del acuerdo de desarrollo y reactivación. Hacia 1950 vivían en el pueblo de Mechita cerca de 5.000 personas, de las cuales cerca de 1.000 eran trabajadores ferroviarios.
Hacia fines de siglo pasado, la actividad del Taller comenzó a decrecer, ya que los trabajos fueron derivados a otros talleres. Desde 2011 el Taller, que emplea a más de 30 personas, no tiene actividad y la extensa playa de maniobras se convirtió en depósito de vagones y locomotoras en desuso, resumió la cartera de Transporte mediante un comunicado.