El magnate Rodolphe Saade, dueño de CMA CGM, la tercer naviera más importante del mundo en el negocio de contenedores, advirtió que la industria se enfrenta a serios riesgos de desbalance entre oferta y demanda a partir del ingreso de los nuevos buques en servicio en 2024, que fueron encargados durante el auge del transporte marítimo en los años de la pandemia.
Los comentarios de Saade van en línea con proyecciones del resto de los actores del sector marcadas por números negativos, pérdidas significativas en las ganancias (tras haber tocado récords históricos en la pospandemia), anuncios de recortes de personal como el realizado por el Grupo Maersk y el fin de la principal alianza operativa mundial, la que compartían Maersk y MSC.
Altibajos
“Esperamos entre un 2% y un 3% de crecimiento del comercio el próximo año”, dijo Saade, añadiendo que CMA CGM es “financieramente sólida” con una importante participación de mercado en los países en los que opera que le ayudará a superar las dificultades.
“La industria naviera está acostumbrada a estos altibajos. Es completamente cíclico”, afirmó. “Tuvimos excelentes resultados en 2021 y 2022, ahora estamos entrando en tiempos más normales y estamos equipados para eso”, dijo, de acuerdo con un reporte de la agencia Bloomberg.
Por su parte, CMA CGM también ha utilizado los beneficios inesperados de la pandemia para invertir y expandirse, adquiriendo activos portuarios, logísticos y de transporte aéreo, incluido su mayor acuerdo hasta la fecha para adquirir la rama logística de Bollore SE por un valor empresarial de 5400 millones de dólares.
Actividad en astilleros
Los ciclos de la industria marítima se explican en la brecha temporal que existe entre el auge de la demanda de bodega por el crecimiento del comercio (como el experimentado tras la recuperación de la pandemia) y la entrada de la oferta de nuevos buques en servicio, que toma un promedio de tres años.
De esta manera, el pico de fletes que se logra por una demanda en alza se derrumba una vez que la oferta entra en servicio y, en el peor de los casos, coincide además con una retracción del comercio.