Ni los cuestionamientos por la licitación, ni siquiera las controversias aduaneras para ingresar en el país (una nacionalización en tiempo récord) frenaron la operación de los remolcadores de Svitzer, empresa del grupo Maersk, que de la mano de Logística y Servicios Marí- timos, del grupo Meridian, se adjudicó la licitación de Enarsa para asistir a los gaseros en Bahía Blanca y Escobar, e incluso operan también en Puerto Quequén.

Días atrás, la justicia en lo contencioso administrativo dictó en primera instancia una medida cautelar que dispuso una orden de “restricción de salida de puerto” de los remolcadores Mora, Damka, Zeus I, Apollo, Grand Bahama, Diamond Cay, Endeavour, SMS Meximo, Burondi y Honour. Es decir, todos los afectados a la operación con los gaseros.

¿Por qué? La justicia exige que se acrediten si otras tres embarcaciones de Maersk -Traveller,Pacer y Rapier (que asistieron a la plataforma de perforación petrolera Ocean Guardian en su operación de exploración en Islas Malvinas)- contaran con la habilitación prevista por el artículo 2º de la ley 26.659, sancionada en 2011, y que establece las condiciones para explorar y explotar hidrocarburos en la plataforma continental argentina.

De esta manera, se liberaron oficios tanto a la sede local del grupo Maersk como a Svitzerwijsmuller Argentina SA; a Enarsa (empresa que adjudicó a Logística y Servicios Marítimos, en operación conjunta con Svitzer, el servicio de remolque de los gaseros); la Prefectura Naval Argentina (como autoridad de aplicación), y a la propia empresa Logística y Servicios Marítimos SA.

Según pudo constatar TRADE, los remolcadores de Svitzer continuaban operando sin inconvenientes al cierre de esta edición, a pesar de que los oficios librados por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal n° 6, a cargo de Enrique Lavie Pico, tienen fecha del 3 de este mes.

Según expertos consultados, esta situación podría haberse dado debido la interpretación de que la justicia no “interdictó” los remolcadores de Svitzer, sino que só- lo dispuso restringir su salida de puerto.

A esta altura, la propia Enarsa podría estar tomándose la cabeza cada vez que toma conciencia de la decisión de avanzar con la iniciativa de los remolcadores de Maersk fogoneada, sobre todo, desde el Ministerio de Transporte, más específicamente, de sus autoridades competentes: el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Jorge Metz, y el penalmente denunciado director de Transporte Fluvial y Marítimo, Gustavo Deleersnyder, grandes difusores de la “reducción de costos” que se lograba con el ingreso -también denunciado por irregular- de esta competencia extranjera.

Incluso, y por insistencia de estos funcionarios, Prefectura quitó la reserva de canal para los gaseros, con los conocidos costos que generará la espera de canal.