Para Airbus –el fabricante de aviones europeo-, América latina y el Caribe cambiaron de categoría para la aviación al pasar de mercado emergente a mercado emergido.

La evaluación corre por cuenta de Rafael Alonso, presidente de Airbus para Latinoamérica y el Caribe, quien durante la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae), que se realiza cada dos años en Chile, sustentó sus dichos con números.

Además de destacar el aumento de los pedidos recientes de lo que definió como “algunos de los actores claves” del sector (tres aerolíneas low cost: JetSmart, de Chile; Viva Air, de Perú; y Volaris, de México), comentó que “asistimos a la reactivación económica en mercados clave, un pronóstico sólido del PBI y una clase media en pleno auge, todos indicadores que señalan un futuro prometedor a largo plazo para la región”.

Luego dedicó un párrafo especial para los dueños de casa. “Reservamos este mismo optimismo para Chile, que liderará el crecimiento económico tanto a nivel regional como mundial y donde el crecimiento del tráfico aéreo nacional exigirá la expansión de flotas y rutas de los transportistas de la región”, dijo.

Un A350 durante la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae), que se realiza cada dos años en Chile.

Casi en simultáneo, Alexandre de Juniac, consejero delegado de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), había llamado la atención de los gobiernos de la región en la conferencia Wings of Change -que culminó hoy en Santiago- para que inviertan en infraestructura, reduzcan los costos y diseñen políticas a largo plazo si quieren potenciar los beneficios económicos y sociales de la aviación, y había ubicado a Santiago en el grupo de ciudades que constituyen los principales desafíos de la región en cuanto a capacidad operativa.

Según la Previsión Global del Mercado (GMF, por sus siglas en inglés) que Airbus elabora para Latinoamérica, entre 2017 y 2036, la flota chilena se duplicará con creces.

El país trasandino necesitará 270 aeronaves en los próximos 20 años para satisfacer una demanda que crece impulsada por un crecimiento económico de 3,6% anual, y una aceleración del tráfico hacia, desde y dentro de Chile (4,9% anual), que duplicará la tendencia de los chilenos a viajar, pasando de los 0,6 viajes per cápita actuales a 1,3 viajes en las próximas dos décadas, y que los sitúa por encima de la media regional.

Números locales

Airbus presentó el GMF para la región el año pasado, en Buenos Aires, durante el encuentro de ALTA (Airline Leaders Forum). Entonces, se dijo que las previsiones para la Argentina que indican un crecimiento de la economía a un ritmo de 2,6% anual hasta 2036, se traducirán en un importante impulso para la industria aérea.

En las últimas dos décadas el tráfico hacia y desde el país se duplicó, y el Ministerio de Transporte proyecta que para 2020 -“Revolución de los aviones” mediante- los pasajeros de cabotaje también se multiplicarán por dos.

En ese contexto, el estudio de Airbus prevé que para 2036 el número de aviones requeridos para el servicio en nuestro país (tanto de empresas locales como extranjeras) será de 330, 153 más que las que operan actualmente.

Alonso ha destacado en varias oportunidades que el principal motor de crecimiento del sector es la clase media (que se calcula que alcanzará los 500 millones de personas en Latinoamérica y Caribe en los proximos 20 años) porque entre sus características figura su propensión a volar e invertir en turismo. De hecho, asegura, “son quienes están llenando los aviones”.

Otra de las facetas distintivas de ese conglomerado es que vive en ciudades. Gracias a esa clase media urbana emergente, se estima que en 2036, la cantidad de megaciudades de la aviación a nivel mundial aumentará de 58 a 95, y a las megaciudades regionales actuales -Bogotá, Buenos Aires, Lima, Ciudad de México, Santiago y San Pablo- se unirán Cancún, Ciudad de Panamá y Río de Janeiro. Estas nueve megaciudades representarán 150.000 pasajeros de larga distancia diariamente.

El empuje de la clase media

Las proyecciones del GMF para la región, indican que en los próximos 20 años, América latina necesitará 2677 aviones nuevos (pasajeros y carga) para satisfacer la creciente demanda que crece impulsada por factores como el crecimiento del tráfico de pasajeros hacia, desde y dentro de la región (4,4% anual), la “incipiente” clase media y el crecimiento de su economía, que se prevé aumente 3% anual en promedio (por encima del 2,8% mundial).

Por otra parte, el estudio del fabricante europeo de aviones señala que una flota mundial que se duplicará con creces en los próximos 20 años requerirá 49.130 pilotos más y 53.800 ingenieros nuevos de mantenimiento, lo que brinda una oportunidad de crecimiento de los centros regionales de atención al cliente de Airbus.

“Tan sólo en los últimos tres años, Airbus amplió su red mundial de centros de formación de 5 a 16, y dos de ellos están en América latina: el Centro de Formación Airbus en Ciudad de México, inaugurado en 2015, y el Centro de Formación Airbus en Brasil, inaugurado en 2016“, dijo la empresa por medio de un comunicado.

Por último, en Chile, Alonso festejó la consolidación de Airbus en la región: con casi 1200 aviones vendidos y una cartera de pedidos de más de 600 unidades, casi 680 aviones Airbus operan actualmente en Latinoamérica y el Caribe, lo que representa una cuota de mercado del 55 por ciento.