El déficit comercial en lo que va de 2023 ya duplicó el valor registrado en todo 2022 y es el segundo más alto desde la década del 90, de acuerdo con el último informe de Abeceb.

El balance comercial de agosto fue negativo para la Argentina en 292 millones de dólares. Si bien es mucho menor al registrado en julio y en el récord de junio (US$ 1024 millones), el déficit es un 17,4% superior al de agosto de 2022, en un contexto en que los flujos del comercio, tanto importaciones como exportaciones, cayeron un 13,3% en el mes, lo que configuró una de las mayores caídas desde 2020.

“En los ocho meses que van del año, la balanza comercial bilateral con Brasil lleva acumulado un déficit de US$ 4455 millones, casi tres veces superior al de igual plazo de 2022, y más del doble que del déficit acumulado en todo el año pasado (US$ 2.245 millones)”, explica el reporte.

Sequía

“Sin dudas y más allá de las restricciones a las importaciones, ha tenido un impacto muy negativo la sequía no sólo afectando las exportaciones agrícolas sino también disminuyendo la cantidad de materia prima agropecuaria disponible para molienda fundamentalmente de soja, derivando por tanto en la necesidad de apelar al componente importado que muestra crecimientos mayores al 100% desde hace varios meses”, indica el trabajo.

De acuerdo con Abeceb, hacia adelante la cosecha gruesa podría ayudar a acotar el déficit comercial bilateral, junto con una “potencial desaceleración de las importaciones como la que se observó en agosto. Por el contrario, sería desfavorable al déficit la situación crítica del sector agrario, ya que al desplome de las exportaciones se le suma la necesidad de importar materia prima para la industria nacional. En este sentido, las importaciones de soja crecieron un 247,8% en los ocho meses de 2023, y se espera que se importe el triple de esta commodity que el año pasado – si este nivel de importaciones no fuera permitido, la molienda sufriría una profunda contracción, profundizando la
recesión actual que ya fue traccionada por el complejo agropecuario”, destacaron.

Devaluación

Los especialistas de la consultora, no obstante, no esperan un “impacto significativo” de la devaluación sobre el comercio bilateral, ya que la “competitividad que se logró en agosto se perdería tras la aceleración inflacionaria esperada para los tres meses donde el tipo de cambio permanecería fijo”.

A esto se le suma la incertidumbre económica que es “demasiado alta como para una depreciación del tipo de cambio real mueva realmente el amperímetro ni de las importaciones ni de las exportaciones”.

“La única alternativa que queda por tanto en el corto plazo para lidiar con la creciente escasez de divisas es el control de importaciones, a lo que el gobierno intenta sumarle otras iniciativas tendientes a conseguir financiamiento para el comercio como el acuerdo que anunció esta semana el ministro (Sergio) Massa con el presidente Lula, donde se presenta un nuevo mecanismo para financiar importaciones para la industria (en rigor un financiamiento por US$ 600 millones de parte de la CAF y BNDES para exportaciones de Brasil a Argentina, específicamente para los sectores automotriz y autopartistas)”, concluyó Abeceb.

Importaciones

Las compras a Brasil retrocedieron un 8,4% interanual y sumaron US$ 1431 millones, en lo que configuró la primera contracción desde diciembre de 2022 y la segunda desde la pandemia.

En la composición de las importaciones destacaron un aumento del 11% en el rubro de partes y piezas del sector automotriz (13,3% del total de las compras) y el segmento de vehículos, que se desplomó un 53,6%,acusando el impacto de las restricciones comerciales.

Las importaciones de soja crecieron casi un 248% (para molienda), casi 4 veces más lo registrado en el mismo mes de 2022. La compra de energía eléctrica, por su parte, cayó un 15% y en el segmento de mineral de hierro, se registró un incremento del 155%.

Exportaciones

Las ventas a Brasil sumaron US$ 1139 millones, una merma interanual del 13,3%.

“El agro presentó una tendencia negativa, el sector de hidrocarburos una positiva, y el automotriz dando resultados encontrados”, explicaron desde Abeceb.

En el sector automotriz (casi 44% del total de las ventas a Brasil), sólo crecieron las exportaciones de vehículos de pasajeros (5,6%) mientras que las de vehículos de carga cayeron (11,3%). No obstante, el año vienen bien para el sector, con un acumulado de 9% en autos y un 7,8% en vehículos de carga.

Aumentaron asimismo las ventas de aceites crudo de petróleo (50,4%), acumulando en el año un 223,3%. Mientras que, por el lado del agro, el trigo y centeno sin moler se desplomaron un 78,8%.

“El profundo impacto de la sequía, así, sigue observándose en las ventas de este producto, que en su acumulado anual han caído un 54,2% i.a. A esto hay que añadirle el agravante de que la sequía no solo impactó en las exportaciones de grano, sino que los daños climáticos también
afectarían a la calidad de los subproductos locales”, indicaron desde Abeceb.